La capacidad de algunos bancos en jaque frente al blanqueo fiscal: problemas operativos y riesgo para los ahorristas

La falta de infraestructura y la sobrecarga de operaciones han llevado a que algunos bancos rechacen depósitos, exponiendo a los ahorristas a riesgos y a una atención deficiente

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Con la reciente implementación del blanqueo fiscal, algunas entidades bancarias están enfrentando dificultades operativas que no estaban previstas para este proceso. En particular, el Banco Santander ha sido blanco de quejas en varias de sus sucursales, como la de Funes y Fisherton en Rosario, donde se vivieron escenas de caos y frustración por parte de los clientes que buscaban realizar sus depósitos. Estas sucursales no solo sufrieron problemas relacionados con la infraestructura insuficiente para manejar el volumen de operaciones, sino que, en algunos casos, también “se cayó” el sistema, generando largas esperas y obligando a los ahorristas a trasladarse de una entidad a otra, exponiéndose a situaciones de riesgo.

En un contexto en el que las entidades bancarias han reducido su personal y automatizado gran parte de sus procesos, la demanda generada por el blanqueo ha revelado las limitaciones estructurales y operativas de los bancos. A pesar de que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) emitió normativas para facilitar la recepción de efectivo, estas disposiciones parecen insuficientes frente a la avalancha de personas que acuden a depositar grandes sumas de dinero. Lo que antes era un proceso bancario común y organizado, hoy se ha vuelto un riesgo operativo tanto para los empleados como para los clientes.

Este panorama ha sido especialmente preocupante en zonas como Rosario, donde algunos bancos, como el Santander, han comenzado a rechazar depósitos bajo el argumento de falta de espacio físico. La afluencia masiva de clientes que buscan adherirse al blanqueo no solo ha colapsado los sistemas informáticos, sino que también ha derivado en un aumento de las quejas por mala atención y el deterioro del servicio en general. Clientes exigen medidas más concretas por parte del BCRA, solicitando que las autoridades tomen cartas en el asunto para asegurar una atención adecuada y segura en un proceso que parece estar exponiendo a los ciudadanos a mayores riesgos.

Depósitos rechazados y problemas con los billetes deteriorados

Por otro lado, también se han desatado problemas en lo que refiere al manejo de billetes en mal estado. Si bien el BCRA autorizó a los bancos a aceptar dólares “cara chica” y otros deteriorados, algunas entidades se han mostrado reticentes a recibir billetes que no cumplan con los estrictos estándares impuestos por la Reserva Federal de Estados Unidos.

La decisión de algunos bancos de no aceptar billetes deteriorados ha generado malestar entre los ahorristas, quienes esperaban poder regularizar sus activos sin inconvenientes. Los bancos argumentan que, ante la falta de garantías por parte del BCRA, no pueden asumir el costo de los billetes que sean rechazados por la Reserva Federal, ya que este proceso implicaría debitarlos de las cuentas de los clientes. Este panorama ha creado una fricción considerable entre los clientes y las entidades.

En las redes sociales, las quejas se multiplican. Las entidades afirman que no tienen capacidad para contar y separar billetes en buen estado de los deteriorados, lo que agrava aún más la situación. 

Implicancias del blanqueo fiscal y la falta de infraestructura bancaria

El blanqueo fiscal en Argentina tiene el potencial de ser una herramienta clave para la normalización económica y la regularización de activos no declarados, pero el proceso ha dejado al descubierto las debilidades del sistema bancario. La automatización y la reducción de personal, que en su momento parecían soluciones eficientes para disminuir costos, se han vuelto una barrera infranqueable para muchos bancos, que hoy no están preparados para manejar el volumen de efectivo que requiere este tipo de operaciones.

En uno de los bancos consultados, se reportó el caso de un cliente que llegó con bolsos y valijas llenos de pesos, aproximadamente $500 millones en billetes de baja denominación, para regularizar sus fondos. Este tipo de operaciones, que requieren logística y personal especializado, ha puesto a prueba la capacidad de las entidades para gestionar grandes montos de dinero en efectivo, un desafío que no había sido considerado en los planes estratégicos de los bancos durante los últimos años.

El BCRA, por su parte, ha intentado facilitar el proceso de blanqueo emitiendo disposiciones para que los bancos acepten billetes en mal estado, pero estas medidas parecen insuficientes frente a la falta de infraestructura y personal. 

El rol de los bancos y la necesidad de soluciones estructurales

El blanqueo fiscal no solo ha evidenciado las debilidades operativas de las entidades bancarias, sino que también ha planteado una pregunta clave sobre el rol de los bancos en la actualidad. En lugar de ser instituciones que brindan seguridad y confianza a los ahorristas, los bancos se han transformado en simples emisores de tarjetas de crédito y prestadores de servicios digitales, dejando de lado su misión tradicional de custodiar y gestionar el dinero en efectivo.

La situación actual pone de relieve la urgencia de soluciones que permitan a las entidades bancarias adaptarse a las demandas del blanqueo fiscal. Esto implica no solo una mejora en la atención al cliente, sino también la implementación de medidas de seguridad que protejan a los ahorristas de los riesgos asociados al traslado de grandes sumas de dinero. Además, es fundamental que el BCRA tome un rol más proactivo, asegurando que los bancos cuenten con la infraestructura necesaria para gestionar el flujo de depósitos y garantizando que el proceso de blanqueo se desarrolle de manera segura y eficiente.

El proceso de blanqueo fiscal ha puesto a prueba la resiliencia del sistema bancario argentino. Las entidades deberán adaptarse rápidamente si quieren evitar perder la confianza de los clientes y seguir siendo actores clave en el panorama económico del país.

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