El clima juega su partido y en enero "podrían notarse los efectos de La Niña"

El acompañamiento de las lluvias entre octubre y diciembre ha sido muy bueno en muchas regiones productivas, pero ahora la provisión pluvial puede mermar. ¿Cómo están los cultivos?

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“Game Changer” es una expresión que se usa para referirse a un evento que cambia drásticamente la forma en que se desarrolla una situación y define muy bien el cambio que hubo de una sequía severa, que abarcaba casi por entero a la región, al escenario actual cuando las reservas hídricas (en general) no son un problema.

Ahora bien, el gran interrogante pasa por saber qué deparará enero. Al respecto, desde la Guía Estratégica para el Agro (GEA) dependiente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtieron que "los indicadores para el primer mes del nuevo año no son tan positivos”.

En ese sentido, el consultor Alfredo Elorriaga dice que “probablemente, la provisión pluvial de enero se encuadre más por debajo de lo normal que por encima y podrían notarse los efectos de La Niña”.

Han sido muy importantes la recomposición de los perfiles alcanzada en los últimos meses, gracias a las lluvias registradas, y el alivio que se registró debido a las temperaturas moderadas.

¿Cómo están los cultivos?

Hace un año, bajo la influencia del fenómeno “Niño”, los cultivos de la región núcleo mostraban un panorama alentador: el 95% del maíz temprano y el 75% de la soja de primera estaban entre muy buenos y excelentes.

A finales de 2024, el 85% del maíz temprano y casi toda la soja se encuentran en condiciones muy buenas. 

Es importante aclarar que el año pasado casi 2 millones de hectáreas se destinaron a maíz y en esta campaña serían 1,3 millones ha. De hecho, el maíz tardío pasó a cubrir un 30% del área en 2023 a un 10% en este 2024.

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