La designación de Andrés Merlos como árbitro del clásico rosarino del domingo sigue generando repercusiones. Es que el juez tiene un antecedente de enfrentamiento dentro de la cancha con Emiliano Vecchio, quien tomó la decisión de no ser el capitán de Rosario Central en el Coloso para evitar otro encontronazo.
"Tomé la decisión de que el capitán sea Marco (Ruben) y se la comuniqué a los compañeros. Con él, Fatu y Milton (Caraglio) tenemos la misma jerarquía de capitanes, yo llevo la cinta pero somos los cuatro. Y decidí que él lleve la cinta porque mi relación no es la mejor. Prefiero no dialogar, enfocarme en el partido y nada más", dijo en Zapping Sport.
Para el 10, es mejor no tener que hablar con el referí con el que chocó en febrero de este año: "Uno nunca sabe, a lo mejor protestás una jugada y te echa. Y cómo decís que no dijiste lo que él dice. Prefiero dedicarme a jugar y nada más, quiero abstraerme de todo, jugar al fútbol y nada más".
Vecchio recordó que es un juez que ha tenido problemas con otros futbolistas: "Estuvo cinco meses sin dirigir primera y al volver, dirigió Atlético Tucumán- Vélez: tuvo problemas con Centurión de Vélez y Erbes de Atlético Tucumán dijo que le faltó el respeto".
"Nosotros no estamos conformes porque entendemos que el clásico rosarino es muy importante y pensamos que debería ser designado otro. Pero nuestra fortaleza está por encima de todo, nos hemos repuesto de muchas adversidades y no será la excepción", comentó.
El enganche remarcó: "Como siempre, cuando viene un Boca-River se ponen tres o cuatro de los mejores como Pitana, Rapallini, Echenique, Tello: árbitros que dirigen generalmente esos clásicos. Y este clásico rosarino es muy importante y tienen que estar los mejores".
"Hay una cuestión de rendimiento, de premiar al mejor. Yo como capitán lo puedo decir porque no le debo nada a nadie, defiendo la camiseta a muerte y cuando entramos a la cancha, ponemos la carita nosotros. No hubo ninguna consulta", tiró.
Y finalizó: "Miremos que el arbitraje sea para los dos equipos iguales. Los dos nos jugamos la vida y tienen que estar los mejores: lo digo sin pelos en la lengua".