Rosario Central empató 0 a 0 ante Independiente en Avellaneda y cortó una racha de siete derrotas consecutivas en condición de visitante. En un partido parejo, el equipo de Carlos Tevez peleó más de lo que jugó, aunque tuvo su momento para ganarlo en el primer tiempo y se llevó un punto valioso en la previa del clásico del próximo jueves ante Newell's.
A Central le costó acomodarse al partido y pasó algunos sobresaltos en el primer cuarto de hora, cuando el Rojo generó espacios para atacar y ser profundo por el lateral que defendía Lautaro Blanco. Así, tuvo una chance clara para ponerse en ventaja, tras un desborde de Tomás Pozzo que Gaspar Servio despejó al córner.
Pero a ese comienzo con dudas logró revertirlo con orden y criterio para manejar la pelota y con algunos ajustes defensivos. Walter Montoya y Facundo Buonanotte empezaron a tomar las riendas del juego y de esa forma el equipo canalla encontró ciertos pasajes de buen funcionamiento que lo pusieron de cara al gol.
Primero lo tuvo Jhonatan Candia en el borde del área chica, luego de un desborde y centro de Ignacio Malcorra, pero no pudo definir cómodo y el arquero Sebastián Sosa le ahogó el grito. Y al rato volvió a llegar con claridad con otro desborde del zurdo ex Lanús y un cabezazo de Gino Infantino, que se desprendió y pisó el área, pero otra vez el portero uruguayo respondió bien y salvó su valla.
Sin embargo, el planteo de Tevez con un sólo delantero para sumar otro volante en la contención dejó muy aislado a Candia y los mediocampistas que podían lastimar, como Malcorra, Infantino y Buonanotte, a veces terminaron muy lejos del arco rival porque el equipo se paró un poco atrás. Esa distancia entre líneas hizo que a Central le faltara volumen y presencia ofensiva.
El técnico tomó nota del problema y percibió que el Canalla podía ganarlo si buscaba con más osadía. Por eso mandó a la cancha a Frías para que acompañe a Veliz, quien reemplazó al nueve titular cuando salió golpeado.
Y aunque bajo ese formato más ofensivo se acercó algunas veces al arco de Sosa, tampoco encontró la solución: le faltó picante y final de jugada. No es casualidad que no haya convertido goles en cinco de los ocho partidos de la Liga.
Independiente, golpeado por un flojo presente, no se quedó en el molde y también lo buscó, pero al margen del control del balón y de un dominio más territorial que real, no llevó demasiado peligro hacia el arco de Servio hasta la última jugada del partido, cuando Facundo Ferreyra definió por arriba dentro del área.
En un partido con altibajos, a Central la igualdad le termina sirviendo para empezar a salir del pozo y, al menos, no llegar con otra derrota sobre las espaldas al derby frente a la Lepra en el Gigante de Arroyito.
