Ricardo Centurión es conocido por su talento para el fútbol y, también, por sus escándalos fuera de las canchas. El hoy delantero de Racing fue uno de los invitados del programa Podemos Hablar, que conduce Andy Kusnetzoff. Allí se refirió a las dificultades que atravesó en sus primeros años y cuánto influyeron sus amistades.
"Tuve una infancia difícil. Me crié en una villa, cerca de Avellaneda, y hoy por hoy no puedo volver al barrio”, contó el jugador.
“Para muchos tengo un signo pesos en la frente. Hay mucha envidia. Esa es la palabra: envidia. Y la que sufre es la familia", continuó.
A la hora de abundar en esa “difícil” infancia, contó cómo fue que perdió a su papá.
"A mi viejo lo perdí de muy chiquito. Trabajaba en una fábrica de pirotecnia ilegal, en negro. Hasta el día de hoy no se sabe cómo explotó. Eran siete empleados y murieron todos. Yo tenía cinco años. Ahí empezó otra nueva vida. Si no lo veo por fotos, no lo recuerdo”, dijo.
"Mi vieja era costurera. Una vez le escribió una carta a Ferraresi, el intendente de Avellaneda. Yo no era conocido todavía. Se ve que la leyeron y le bajaron unas máquinas. Pero el cambio se dio cuando yo empecé a jugar al fútbol. Ahí, mi representante me dio un departamento y saqué a mi familia de la villa. Pero también trasladé a mis amigos. Era lo mismo, seguía en la mía. Lo que me decían me entraba por un oído y me salía por el otro. Mi vieja trataba de separarme las amistades, pero uno toma consciencia uno mismo. Hoy sólo tengo dos o tres amigos, antes éramos 25 o 30", abundó Centurión.
"Cuando debuté en Primera, me llegó todo junto y agarré marihuana. Hoy hay controles antidoping y te caen de sorpresa. Por ahí van en la semana y, si lo hiciste, es una mancha que no te la sacás más. Antes, los controles eran una vez por semana y te podías mandar un blooper. Pero sí, experimenté con drogas", recordó
Y cuando Andy preguntó si alguno de sus invitados había tenido contacto con armas, Centurión dio un paso al frente.
"Yo me saqué la primera foto en un barrio de San Nicolás, antes de ser profesional, y me jugó en contra. Me gustan las armas, pero jamás cometí un delito. Si me hubiera criado con yates, me sacaba fotos con yates. No tuve esa suerte", sostuvo.