La vida del defensor Juan Cruz Komar cambió completamente en pocas semanas. El defensor fue cedido a préstamo de Central a Huracán, en agosto pasado, pero en la revisión médica del Globo le detectaron una arritmia cardíaca y, luego de estudios complementarios, el cardiólogo Roberto Peidró le dijo que era necesario operarlo porque el problema no podía ser solucionado solo con medicación. "Nos miramos a la cara con todas las partes (Central, Huracán y él mismo) y nos dimos cuenta de que era una cagada para todos”, contó el rosarino de 28 años este jueves en su primera aparición pública después de la cirugía.
"Yo estaba en Central, me voy a jugar a Huracán. Cuando hago la revisión médica, me detectaron una arritmia; hubo un tema ahí, que yo antes de hacer la revisión firmé por una cuestión de necesidad: yo firmé un lunes y el miércoles Huracán jugaba contra Estudiantes y querían contar conmigo” contó el zaguero campeón con el Canalla de Miguel Russo en el programa Pelota dividida (Blender).
Sobre la condición en sí, el ex Boca eximió de responsabilidad a sus anteriores clubes y destacó: "No se puede culpar a nadie: ni a Central, ni a Talleres ni a nadie porque no es algo que puede aparecer como no”. Al tratarse de estudios de “segundos o un minuto”, según aportó, “si no se te manifiesta la arritmia en ese momento no puede ser detectada”.
A pesar de la mala noticia, Komar aseguró que intentó tomar la situación con una mentalidad diferente: “Por suerte la detectaron en Huracán, yo trato de ver todo no tan de forma hamletiana, no todo es bueno o malo, no es de una forma u otra; cada cosa tiene lo bueno y lo malo”.
“Pasé por varios momentos, no fue lineal. El primer mes que estaba entre «me quedo, no me quedo», que tenía que buscar departamento en Buenos Aires, que según como salen los estudios me tengo que operar o no, si me opero vuelvo a Rosario o no; todo ese mes que fue de incertidumbre fue el peor”, agregó el central, que estuvo más de 30 días hasta que se definió su situación en el Globo.
“Estuve un mes en ese limbo que estaba en Huracán e iba al club, pero no podía entrenar porque estaba siguiendo las guías de Roberto Peidro, el cardiólogo. Hicimos varias pruebas para ver si con medicación podía retomar la actividad y no fue posible, entonces determinó que me tenía que operar: hacer una intervención que ya me la hice hace un mes", reveló Komar por primera vez desde que fue operado.
El 3 de septiembre, el zaguero central fue operado del corazón de manera satisfactoria. Y ahora continúa la rehabilitación en Arroyo Seco, a la espera de poder volver a jugar profesionalmente.
El doctor Peidró, al frente del servicio de cardiología de Futbolistas Agremiados Argentinos, es quien está a cargo de los controles que le practican al defensor durante este período.
En un plazo estimado de tres meses el futbolistas volverá a entrenar en campo a la par de sus compañeros, siempre sujeto a la evolución del cuadro.
El regreso a Rosario
“Entendimos que fue una situación ajena a todos donde nadie se podía reprochar nada, estaba al margen de lo que podía hacer cada uno. Y se determinó que volviera a Central, lo cual también me alegró porque volví a encontrarme con un montón de compañeros: voy todos los días a entrenar, lo poco que puedo hacer en estas primeras semanas, y la verdad que lo paso muy bien”, añadió el zaguero sobre la resolución tomada en conjunto con ambos clubes. “Esta situación fue negativa en lo profesional, en lo futbolístico; pero también me está permitiendo otras cosas, considero que es una situación similar a la que me pasó en la pandemia: poder parar la pelota, analizar un montón de otras cuestiones, valorar el futbol, mi posición y disfrutar también de tiempos que estoy contando”, rescató. Ahora, el defensor intenta ponerle buena cara a la situación, aunque no pudo dejar de sincerarse y revelar que tuvo “unos poquitos días" deprimido. “Cuando volví a Rosario, me encontré con un montón de compañeros y gente que casi no llegué a despedirme, pero ya estaba extrañando”, manifestó a modo de cierre.