El último antecedente de Central-Platense: la goleada en Arroyito que dejó a Palermo en la cuerda floja

Rosario Central y Platense jugarán el próximo sábado la final por el título de campeón de la Copa de la Liga 2023, a partir de las 21 en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero. Los equipos de Miguel Russo y Martín palermo se enfrentaron una sola vez durante esta temporada, con goleada canalla en el Gigante y un resultado que dejó tambaleando al Loco. 

Fue el 7 de mayo por la fecha 15 de la pasada Liga Profesional. Aquella tarde el conjunto auriazul se impuso 4-0 y mostró una de las mejores producciones colectivas en el año.

Se puso en ventaja rápidamente a través de Ignacio Malcorra, de penal a los 12 minutos, y estiró la diferencia con un grito Jaminton Campaz, a los 20.

Ya en el segundo tiempo, a los 21, Alejo Véliz, en su último partido antes de irse al Mundial sub 20 con Argentina, convirtió el tercero y Tomás O'Connor, a los 47, firmó el resultado final.

Tras la goleada en contra, crecieron los rumores sobre la posible renuncia de Palermo como técnico del Calamar, aunque finalmente la dirigencia lo convenció para seguir, el equipo levantó y en el segundo semestre se metió entre los cuatro mejores de la zona B. 

Central formó con Broun; Cortez, Quintana, Komar, Rodríguez; Montoya, Ortiz; Giaccone, Malcorra, Campaz; Véliz. Ingresaron Aguero, Mac Allister, Ferreyra, O'Connor y Candia.

De esos nombres que iniciaron la mayoría sigue en el club, aunque no todos son titulares. Ante River, por ejemplo, solo se repitieron Broun, Quintana, Ortiz, Malcorra y Campaz.

Platense alistó a Macagno; Morgantini, Vázquez, Suso, Pellegrino, Marcich; Díaz, Rossi, Taborda; Quiroga y Servetto.

Respecto al partido de semifinales ante Godoy Cruz, en el Calamar solo se repitieron como titulares Morgantini, Vázquez, Suso y Díaz. Además, en el complemento entró Pupi Ferreyra, que en mayo jugó para Central. 

La del sábado que viene en Santiago del Estero será otra historia. Central y Platense tendrán a Russo y Palermo en el banco, como en la tarde de aquel último cruce por el campeonato, pero el contexto de una final por una estrella transforma por completo el panorama.