Rosario Central perdió ante Defensa y Justicia 2 a 1. Tenía la necesidad de mantener el rendimiento mostrado ante Vélez, pero el primer tiempo fue muy pobre y se fue al descanso perdiendo 2 a 0. Los dos goles fueron antes de los 15 minutos. Después, con el ingreso de Ruben y algunos pibes, lo peleó, descontó por gol de Quintana, pero no le alcanzó. 

El equipo de Matías Lequi mostró los mismos errores que en partidos anteriores. Ya le había pasado ante Boca eso de sufrir dos goles en el primer cuarto de hora. También le pasó ante Platense disputar un partido con poca cohesión y sin encontrar los caminos. Este lunes, la historia se repitió. Aunque con empuje en el final, quiso borrar la pésima primera mitad. 

El Canalla tiene como cuenta pendiente jugar con alta intensidad los partidos que en principio no representan tanta complejidad. Si bien se mira, fue un episodio reiterado, incluso durante la era Russo. Pudo jugar partidos a la altura de los grandes rivales, pero dejó puntos en el camino y no dio la talla en partidos con menos peso.

Ahora, venía de golear al puntero Vélez y necesitaba repetir la tensión competitiva ante Defensa y Justicia, que llevaba tres partidos en fila sin victorias y sin anotar goles. Sin embargo, el dominio del juego fue del Halcón de Varela. Y en 15 minutos ganaba por dos goles. 

El Halcón estaba en el puesto 27, con apenas dos victorias en 16 partidos disputados. Ahora, le llegó la tercera. De todos modos, no deja de asombrar el rendimiento de Central cada vez que sale del Gigante.

Este lunes, hubo muestras claras de que el equipo estaba a contramano. Copetti se metió 5 veces en offside en media hora y terminó discutiendo con Paulo Ferrari por desacuerdos en los movimientos ofensivos. Franco Ibarra se acercó varias veces hasta Lequi para tratar de acomodar a un equipo que no salía de la frustración. 

En el complemento, el ingreso de Marco Ruben le dio otro aire. Y la aparición de algunos pibes, sobre todo el de Gaspar Duarte, o el debut de Thiago Ponce, buscaron darle algo de soltura a un equipo muy atado. El gol del descuento llegó por el empuje de Carlos Quintana. 

En el final, todo Central buscó la igualdad, pero solo había fuerzas para seguir empujando; ideas, ninguna. 

El tiempo se escurrió y la victoria quedó en manos de Defensa y Justicia, que golpeó temprano y que manejó el partido a placer. Solo tuvo que resistir el envión final Canalla. Y lo logró.