El piloto argentino Franco Colapinto concluyó su primera experiencia en la Fórmula 1 de manera amarga, abandonando en el Gran Premio de Abu Dhabi. A pesar de un prometedor inicio en las carreras que disputó con el equipo Williams, el desgaste del auto, errores lógicos de un debutante y la falta de repuestos del equipo inglés cerrando la temporada, afectaron su desempeño, llevándolo a un final de año de mayor a menor.

Colapinto llegó a la Fórmula 1 por decisión del equipo Williams. Logan Sargeant era el piloto titular de la temporada 2024, pero las flojisimas presentaciones, sin sumar puntos y ni alcanzar las expectativas, decantaron en esa decisión a través de su jefe de equipo, James Vowles.

Primer punto a analizar y resaltar: en 2023, Colapinto corría en la Fórmula 3 y este año debutó en la Fórmula 2. A principios del 2024, tanto su entorno como sus managers no estaban seguros de poder completar la temporada por la falta de presupuesto; algo rutinario en la vida de un deportista argentino. Pero Williams lo eligió para el desafío de completar el año en la F1 porque vieron que tenía las condiciones necesarias para afrontar las exigencias que impone la máxima categoría.

Su adaptación dejó una impresión positiva en el paddock. No es fácil estar una semana trabajando en la preparación para una carrera de F2 y, al otro día, trajinar con nuevos ingenieros y otro simulador. A esto hay que sumar los mecánicos y asistentes de pista que lo asesoraron para correr en la primera carrera en F1, sin que Colapinto conociera el coche y solo con un puñado de vueltas como experiencia. Williams tenía un auto para estar en la mitad de grilla, no para el pelotón de punta. 

Los resultados de Franco: 12° en Monza, 8° en Azerbaiyán (consiguió puntos en su segunda carrera), 11° en Singapur, 10° en Estados Unidos (otra vez sumando puntos) y 12° en México. Las primeras cinco carreras soñadas que explotaron en la imagen de Franco.

El piloto nacido en Pilar pasó de la expectativa de que pueda completar sus primeras carreras a que pidan una butaca para el próximo año. Esa solicitud era casi ilógica porque, para el momento en el que aparece el "fenómeno Colapinto", el 98 por ciento de la grilla del 2025 estaba confirmado. Hasta Williams tenía acordada la llegada de Carlos Saiz, el piloto que acompañará a Alex Albon. En ese entonces, solo había dos butacas libres. Una era en Sauber, que confirmó, carreras más tarde, al piloto brasileño y campeón de la F2 Gabriel Bortoletto. La otra, en Racing Bulls, la escudería satélite de Red Bull, que decidió que Daniel Ricciardo no complete el año y lo reemplace Liam Lawson.

Ya en el centro de la escena, con solo 21 años, tuvo que aguantar la presión de las comparaciones y de un boom criollo hostil, ese que así como te coloca en la cúspide, rápidamente te pone en el piso.

Llegó la fatídica carrera de Brasil bajo la lluvia. Fuertisimos golpes que pusieron en jaque la disponibilidad de repuestos de Williams para el cierre de temporada. Desde allí, el auto no tuvo el mismo ritmo y los límites que buscó el argentino no salieron bien. Nuevos choques y abandonos en las tres carreras finales opacaron el brillo de las primeras competencias. 

Aún así, el trabajo dentro de la pista y la espontaneidad fuera de ella de Colapinto lograron que las mínimas chances que tenía de permanecer en la F1 fueran casi una realidad, incluso hasta las últimas horas. No es casualidad que el ambiente del automovilismo haya elogiado la capacidad del argentino, desde el campeón Max Verestappen hasta los jefes de escuderías de los diversos equipos, pasando por analistas y ex pilotos.

Es positivo lo hecho porque más allá de los resultados, logró captar auspiciantes que hacen más fácil la llegada a algún equipo cuando la posibilidad sea concreta. Esto no es un dato menor en un país en el que juntar el dinero que se requiere para tener una oportunidad se cuenta peso por peso o dolar por dolar. Franco sumó la experiencia necesaria para conocer circuitos y también el roce. A la par, demostró ser rápido y capaz de sobreponerse a las adversidades, y entendió rápidamente cómo llevar adelante una estrategia de equipo. Todo en el marco de una temporada que ya había comenzado.

Tras el GP de Abu Dhabi, el dato concreto es que Colapinto será piloto de reserva de Williams en el 2025, un año en el que podrá afianzar todo lo analizado. Más allá de lo que el futuro depare, está la gratitud a Franco por nuevamente poner en vilo a un país con un argentino en la F1.