La Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara) apeló que "se tome real conciencia del estado de fragilidad y gravedad del sector, y se diagrame un plan económico integral que contemple esta realidad particular, de manera de asegurar la supervivencia de empresas como Zanella, con más de 70 años de trayectoria en el país".
Acara manifestó su "profunda preocupación” por la crisis que atraviesa la tradicional terminal Zanella, que evalúa su cierre ante la caída de ventas.
Esa compañía hizo pública su voluntad de desmantelar la producción de motovehículos en el país, cerrar sus plantas de fabricación, sedes administrativas y vender los activos que posee.
"Esta situación extrema, de la que ha sido líder en la fabricación de motos en el país, no escapa a la realidad de varias fábricas del sector que evalúan medidas similares si no se implementan alternativas o incentivos que permitan vislumbrar un escenario de viabilidad de la actividad", alertó Acara en un comunicado.
Advirtió que "el cierre de las fábricas genera un efecto derrame muy negativo en todo el sector ya que inmediatamente repercute en el cierre de concesionarios, de empresas de proveedoras y prestadoras de servicios de la industria, así como también de miles de puestos de trabajo que rápidamente desaparecerán".
Acara apeló que "se tome real conciencia del estado de fragilidad y gravedad del sector, y se diagrame un plan económico integral que contemple esta realidad particular, de manera de asegurar la supervivencia de empresas como Zanella, con más de 70 años de trayectoria en el país".
La entidad sostuvo que "no sólo está seriamente comprometido su futuro y el de su gente, sino el de todo un sector que tiene un rol social muy importante en la economía por ser clave para el ingreso de una franja muy importante de la población al mercado de la movilidad".