Mariano Galíndez (MG): Hola! Decime, así como una primera y rápida impresión, ¿qué es lo políticamente más importante que sacás del paso del presidente Javier Mieli por el acto aniversario de la Bolsa este viernes, su segunda visita a Rosario en lo que va del mandato?

David Narciso (DN): Que Milei vino a Rosario a huir para adelante y cuidar su capital después de sufrir sonoras derrotas en el Congreso. Llegó para insultar al Congreso y a los legisladores –les dijo ratas, degenerados fiscales, mentirosos, brutos–  porque votaron la ley que corrigió los aumentos salariales para los jubilados.

MG: ¿Otro punto que destaques?

DN: La desconsideración con la Bolsa de Comercio, a la que ni siquiera mencionó, ni hizo alusión a su cumpleaños, que era el motivo del encuentro. No estuvo conectado con el clima de celebración, ni siquiera tuvo en cuenta las alusiones de Miguel Simioni, Pablo Javkin y Pullaro, Nada.

MG: Eso que decís fue de lo más comentado en el cocktail posterior al acto. Como que ni registró que estaba en Rosario hablándole, sobre todo, a la agroindustria; como que trajo su libreto estándar. Que le da lo mismo hablar acá que allá.. ¿Algún datito de color?

DN: Tres. Uno: se llevó pocos y tibios aplausos, por momentos aislados. Dos: el gobernador Pullaro prácticamente no aplaudió a lo largo del discurso, hubiera significado aplaudir los agravios que estaba recibiendo. Tres: Gerardo Bongiovanni, presidente de la Fundación Libertad a quien muchos señalaron como el destinatario de aquella referencia a los liberales egipcios que hizo el presidente, recién entró a la Bolsa cuando Milei se fue, para el cóctel.

MG: Y, por su parte, la senadora nacional Carolina Losada salió disparada apenas se anunció el ingreso de Mieli, suponiendo o avisada que el presidente se la iba a agarrar fuerte con los senadores aliados, como ella, que votaron la reforma previsional

DN: Una retirada que no pasó desapercibida en el público..

MG: Bueno, mañana veo tu análisis más en contexto. Te cuento lo que vi por el lado empresario.

DN: A ver…

MG: En el establishment sigue el apoyo al trazo grueso del modelo, sobre todo en lo que refiere a orden macro y desregulación. Y sobre todo si se lo pone en frente del modelo anterior. Por ejemplo, están dispuestos a que las obras de infraestructura tan pedidas esperen a que el frente fiscal sea sostenible. Pero se vio claramente -y los aplausos moderados, cautos, y sin estridencias o efervescencia de anoche lo confirman- que no comulgan en su mayoría con todo el libreto libertario, con esta idea del superávit fiscal como fin en sí mismo, con esa postura que menosprecia totalmente la micro. Los empresarios en el día a día están en la micro y todos ven que la micro está muy dañada y complicada.  

DN: ¿Otro punto que destaques?

DN: La diferencia de modelos que se pusieron sobre la mesa a la hora de los discursos. Por un lado, el de la Bolsa que llamó al diálogo, a la apertura, a la construcción de consenso sin negar las diferencias; todo lo contrario buscando que estas enriquezcan la solución; mientras que Milei llegó en su “estado puro”, como me dijo un empresario, en modo “romper” con agresividad y descalificaciones, que al paladar del establishment local no le sentó muy bien. 

DN:  ¿Algo más?

MG: Que la presencia del presidente Milei le pone un moño a la importancia decisiva de Santa Fe como región agroindustrial y a la Bolsa de Rosario como la entidad rectora a nivel nacional de todo ese entramado empresario. Como que la Bolsa logró que la institucionalidad del principal sector productivo del país, que tiene base en el interior, se quede en el interior. Percibí que la relevancia que tomó la Bolsa en la ciudad es el corolario de su recuperación institucional, abriéndose a nuevos sectores empresarios, sociales y académicos e incorporando nuevas temáticas y agendas que trascienden la de sus mercados y van por el desarrollo económico y social general.

DN: Un proceso que ya venimos contando en estas charlas sobre su nueva valorización como parte de la identidad de Rosario y seguramente, lo seguirás profundizando en el “run run” de mañana…

MG: ¿Qué domingo?. En el “run run” especial de hoy sábado y que podes leer luego de esta nota (abajo el link ). El domingo saldrá el “run run” en su versión tradicional.

DN: Bueno. Te cambio de tema. ¿Viste el decreto de Pullaro que constituye la comisión redactora de un “anteproyecto de ley de Reforma Integral del Código Procesal Civil y Comercial”.

MG: Lo vi. Ahora: ¿por qué la cita textual al nombre del decreto?

DN Porque evidentemente el gobierno de Maximiliano Pullaro no va por una ley que modifique parcialmente o unas actualizaciones, sino por un cambio estructural de la justicia civil y comercial de Santa Fe.

MG: Por lo que tengo entendido, se busca un cambio parecido a lo que significó la reforma del Código Procesal Penal entre 2007 y 2014, que fue un cambio de 180 grados, pasó de un sistema escrito e inquisitivo a otro oral y público, desaparecieron los juzgados de instrucción, nacieron el Ministerio Público Fiscal y el Servicio Público de la Defensa…

DN: Sí, aunque nada está dicho…

MG: ¿Por qué decís?

DN: Porque el gobierno tiene una idea, ahora hay que ver si todos están de acuerdo en el modelo que esta gestión propone. No te olvides que el gobierno de Miguel Lifschitz también hizo una comisión, redactó el anteproyecto, tuvo media sanción y aquí estamos, empezando de nuevo. En el gobierno de Perotti redactó un borrador que ni siquiera pasó de ahí.

MG: ¿Y cuál es el modelo que propone el gobierno?

DN: Si tengo que hacer un recorte bien grueso de lo que fui recogiendo, diría que busca un sistema lo más oral y público.

MG: ¿Como es en el sistema penal, con colegios de juecesque reemplace a los juzgados actuales, en el que las partes litigan en audiencia y la autoridad judicial resuelve? Suena bien. Me interesa sobre todo lo del colegio de jueces, así no hay magistrados que se creen dueños de las causas y los expedientes apurando algunos y retrasando otros.

DN: Pará un poco… vos también te la agarrás con los jueces, jajaj.

MG: Lo logrado en la Justicia penal provincial, en ese sentido, fue muy bueno y marcó el contraste con lo que pasaba en el Tribunal Federal. Ahora: si funciona, se supone que se podrían resolver más rápido.

DN: Claro, pero antes hay que transitar ese es un cambio en la cultura de trabajo, que implica que mucha gente en el Poder Judicial deje de trabajar como lo viene haciendo desde hace años, resignar pequeños espacios de poder, desarmar estructuras orgánicas que funcionan hace más de un siglo. Y que los profesionales privados también modifiquen sus formas de ejercer la profesión.

MG: Son reformas que demandan mucho consenso y tiempo. La reforma procesal penal insumió entre 7 y 8 años implementarla.

DN: Sí, y agregale que se pudo hacer recién cuando la Corte nacional le dijo a la política y la Corte provincial, “ese Código que usan en Santa Fe es inconstitucional de acá a la China”. El caso Fraticelli, recordarás…

MG: Lo que me dijeron los funcionarios es que el objetivo es tener una justicia civil y comercial ágil y transparente.

DN: Mirá buscando información de todo esto, me crucé con un juez que cuando le pregunté sobre el tema de cómo imaginaban que sería un nuevo modelo procesal, me dijo vení sentate, me invitó un café y me terminó contando una historia de grieta entre procesalistas, ambos de origen rosarino

MG: ¿Gritea como kirchneristas y antikirchneristas, pero en el mundillo judicial?

DN: Ja, algo así. Acá la línea de Adolfo Alvarado Velloso y la de Jorge Peirano. Vellosistas vs peiranistas podríamos decir.

MG: Apasionante, jeje

DN: Este juez con el que hablé, que me parece que patea para el equipo de Alvarado Velloso, me decía que la comisión que trabajó durante la gobernación de Lifschitz y convocada por el exministro Ricardo Silberstein había logrado una buena síntesis entre esas dos grandes escuelas. Pero parece que es una grieta irreductible: hubo pasajes de aquel anteproyecto que tuvieron que votar porque no se ponían de acuerdo.

MG: A la miércole… ¿tanto? Enfrente están los que empujan máxima oralidad, como en el sistema penal…

DN: Supongo que hay más diferencias que esas, pero los que no están de acuerdo con el sistema de oralidad plena dicen que eso es imposible por el volumen de juicios que maneja la justicia civil y por la gran diversidad de trámites, muy distintos entre sí.

MG: Como sea, el diseño que se adopte no va a ser neutral, porque implica un cambio en la cultura de trabajo de los operadores del sistema. Y genera resistencias, te agregaría resistencia por intereses concretos. Así como a muchas empresas y particulares les interesa agilizar, vos sabés que hay otros que viven de dilatar tiempos.

DN: Coincido, son los que pisan la pelota todo el tiempo, te presentan el recurso del recurso del recurso, jaja. Son los que juegan al desgaste para ganar por cansancio y arreglar por dos mangos. Si tenés que ir a pararte frente a un juez o jueza, con la contraparte enfrente, eso no es tan fácil.

MG: ¿Estas definiciones se van a resolver en el ámbito de la comisión redactora que acaba de crearse?

DN: Esa es la idea. Sintetizar un anteproyecto de ley que no sea el Código Procesal ideal sino el que se pueda poner en práctica y funciones.

MG: Ahora… 35 integrantes!!! ¿No es mucho? Si querés que nada pase crea una comisión, y cuanta más gente mejor…

DN: También escuché críticas en ese sentido. O que había muchos representantes de la política que tienen escaso o nulo conocimiento técnico, que no conocen cómo funciona el día a día del fuero civil y comercial. Bueno, cada uno tiene su mirada, lo importante es que se puso a andar la rueda y hay un rumbo.

MG: Es para destacar la vocación reformista de este gobierno. No sólo por esto, que si esta vez se concreta se llevará los laureles de haberla puesto en marcha, sino porque ya metió cuatro o cinco reformas en la Justicia de peso. Ahora, ¿averiguaste cuál es la razón de formar una comisión de 35 integrantes?

DN: En el gobierno dicen que el objetivo es hacer un Código Procesal nuevo, no una reforma parcial. Entonces, cuanto más participativa, menor es el riesgo que se trabe luego en la Legislatura o que los jueces declaren inconstitucionales algunos artículos. Se argumenta la necesidad de un consenso muy amplio.

MG: Un detalle es que, más allá del personal técnico de los ministerios de Justicia y de Gobierno, nombraron cinco diputados y cinco senadores.

DN: Y fíjate que entre ellos hay representantes del oficialismo y de los bloques de la oposición. La lógica es la misma, que los planteos se diriman en el ámbito de la Comisión Redactora, para evitar que cuando llegue a la Legislatura empiece todo de cero.

MG: También imagino que si la oposición tiene participación en la cocina, a la hora del tratamiento legislativo no va a poder pararse en la vereda de enfrente a criticar.

DN: Exacto. Hablé con un operador judicial que estaba muy satisfecho con la amplitud de la comisión y, no sin cierta satisfacción, la contrastaba con las reformas judiciales que el gobierno provincial hizo apenas asumió, según ellos sin consultar lo suficiente, y en pocos meses ya hubo que reformas de la reformas, y todavía faltan otras.

MG: Bueno, acá nadie se puede quejar de falta de convocatoria.

DN: Un juez al que una comisión tan numerosa le generó dudas, me decía que era preferible que el gobierno pusiese la prepizza por lo menos.

MG: Ja, es buena la figura que usó. Es decir, una base definida de la cual partir. En este caso la comisión es la que elaboraría la pizza casi completa y la mandaría a la Legislatura para que le ponga la cobertura de queso y las aceitunas.

DN: Sin consenso podrás hacer un gran proyecto, pero el chiste es que se pueda llevar a la práctica. Indudablemente hay un gobierno que marca el rumbo y tiene mayoría en las cámaras, pero en el medio hay un trayecto de acuerdos dentro del propio oficialismo, en la política en general y con los demás estamentos.

MG: Un trabajo de orfebrería, por lo que se percibe. Te agrego algo. Estuve viendo el impacto por el lado empresario, y los promotores de la reforma sostienen que lo interesante es que los conflictos judiciales se podrán solucionar más rápido.

DN: Creo que ese es el espíritu que se busca. Insisto, hay mucho por delante: el diseño del sistema, el diseño de los organismos, una informatización profunda y real e implementarlo.

MG: Pensándolo así, tampoco es una buena noticia para los estudios jurídicos que viven de los honorarios de interponer recursos y más recursos para demorar definiciones  jejeje

DN: Bueno. Basta por hoy. Te leo mañana

MG: Hoy también, che. Acá tenés el link al run run con todo lo que pasó anoche en el cocktail de la Bolsa.

DN: Dale. Abrazo

MG: Chau.