En la zona de Leiva y Centenario, en el sur de Rosario, los ladrones desarrollaron una nueva modalidad para cometer sus delitos: cortan la luz de las casas para luego entrar a robar. Un vecino que sufrió este tipo de episodios describió el dramático momento que le tocó vivir en la madrugada y se quejó de la demora de la policía en arribar al lugar, a pesar de que la comisaría 15ª está muy cerca de allí.
El móvil del programa De 12 a 14 (El Tres) se instaló en la esquina de Leiva y Centenario, donde un grupo de vecinos y vecinas se reunió para contar lo que les sucede casi todos los días.
Alejandro, el principal perjudicado en esta historia, contó que “a las 5 y media de la mañana escucho que andaban por los techos y después noto que se corta la luz. Después siento ruido en el techo y que me forzaban el picaporte de la puerta”.
Luego siguió: “Llamé al 911, me dijeron que me quede tranquilo que ya iba un patrullero; pero el móvil tardó 45 minutos en llegar”.
“Al rato llegó un Comando, entonces tomé coraje y salí; les dije a los policías que el ladrón se estaba escapando, que lo agarren”, continuó el vecino del barrio.
“Salí a correrlo con ellos y lo agarramos y de los nervios que tenía le empecé a pegar y los policías me dijeron que deje de pegarle porque me iban a llevar preso a mí”, describió el hombre.
Alejandro contó que se encuentran “muy cerquita de la comisaría 15ª, el móvil tendría que haber llegado rápido”. Y concluyó: “Después subí al techo de mi casa para ver qué había pasado y vi que habían cortado los cables”.
Los vecinos aseguran que los robos y arrebatos son diarios y que la calle Leiva “suele ser una vía de escape para los ladrones que andan en moto”.
“Tenemos una alarma comunitaria y en estos últimos días suena a cada rato por los robos que hay”, apuntaron.