Un exjefe de la División Operaciones Policiales de la fuerza de seguridad provincial fue condenado por haber realizado maniobras defraudatorias con las horas de Orden del Servicio de Policía Extraordinaria (OSPE) y de Servicio de Policía Adicional (SPA). Se trata de Darío Marcelo Ghislandi, de 50 años, quien cometió los ilícitos mientras ejercía el cargo.

Al condenado se le impuso una pena de tres años de prisión de ejecución condicional y fue inhabilitado de por vida para trabajar como policía. Además, deberá pagar una reparación económica de 331.732 pesos al Ministerio de Seguridad y una multa de 90.000 pesos.

La investigación que permitió llegar a la condena fue realizada por la Unidad Fiscal Especial de Delitos Complejos de la Fiscalía Regional 1. Por su parte, la sentencia fue dispuesta por la jueza Rosana Carrara en un juicio en el que se abreviaron los procedimientos que se desarrolló en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.

Puesto jerárquico

 

El MPA detalló que “Ghislandi defraudó al Estado provincial entre –al menos– el lunes 15 de diciembre de 2014 y el martes 30 de junio de 2015”.

“El uniformado se aprovechó de que, en el marco de sus funciones públicas, estaba encargado de diagramar las horas OSPE y las adicionales genéricas”, sostuvo la Fiscalía y aclaró que “luego, las áreas subordinadas –como la Agrupación Cuerpos– repartían esas horas en el ámbito de su incumbencia en dependencias como el Comando Radioeléctrico y la Brigada Motorizada”.

La Fiscalía sostuvo que “desde su puesto jerárquico, el condenado ordenó que se le pagaran horas de servicio que no había cumplido y que no tenían la correspondiente documentación respaldatoria”. Además, el MPA expuso que “en reiteradas oportunidades, le cobró horas superpuestas al Ministerio de Seguridad”.

Ghislandi llevó a cabo la defraudación con otros agentes de la División Operaciones Policiales a los que les asignó horas de manera irregular. “Para favorecer la realización de la maniobra delictiva, el condenado omitió implementar mecanismos de registro y control de las jornadas laborales ordinarias”, explicó la Fiscalía.

Responsabilidad penal

 

Ghislandi reconoció su responsabilidad penal como coautor del delito de defraudación doblemente calificada (por haber sido en perjuicio de la administración pública y cometida por un funcionario público).

La Defensa aceptó la atribución delictiva realizada por la Fiscalía, la pena impuesta y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio.