La historia, sin epílogo ni final de Herme Juárez, el exitoso empresario portuario y temido representante gremial, es una fantástica metáfora de una meritocracia extraña, bien argentina. Empresario y sindicalista. Monopolio y trabajador. Un curioso “self made man” del que ahora todos quieren despegarse, pero que no pudo haber crecido solo jamás.
Entre intentos de dejarlo “abrojado” al gobierno kirchnerista, así como vuelan fotos de Juárez con candidatos electos y actuales de uno y otro lado de la grieta, sobrevuela la preocupación de miles de empleados y también de comerciantes del cordón industrial. La cadena de pagos sufrirá las consecuencias del embargo judicial que forma parte de la investigación por lavado de activos.
En La Primera de la Tarde (Radio 2), el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, habló de varias “caras” de la actividad de Juárez: “Una cara es la distorsión generada en los años del kirchnerismo en los que una empresa no podía contratar a otra firma estibadora que no sea la de Herme Juárez, que le subía la tarifa en dólares porque era un monopolio”.
Hasta 2016, esto fue cierto. Pero desde entonces se vio obligado a ir cediendo parte del terreno. Con la detención del jueves, algunos empresarios arriesgaban que se viene un “cambio positivo” en el sistema logístico. Lo leyeron como un límite que era buscado por años.
Esto, como se sabe, viene de mucho antes del kirchnerismo: los comienzos de la década de 1960. Con 2.200 empleados actuales, la Cooperativa creció con la oferta de servicios a medida que las terminales portuarias crecieron exponencialmente desde la década del 70 en adelante
Tal es su poder y que trabaja con esta nómina de exportadoras, según su sitio web oficial.
· Louis Dreyfus Commodities Argentina S.A. en Timbúes y Gral. Lagos
· Cargill Argentina en Puerto Gral. San Martín y Alvear
· Noble Argentina en Timbúes
· Mosaic S.A. en Puerto Gral. San Martín.
· Bunge Argentina en Puerto Gral. San Martín y Ramallo.
· Nidera Argentina en Puerto Gral. San Martín.
· A. Toepfer International Argentina S.R.L. en Puerto Gral. San Martín y Arroyo Seco.
· Terminal 6 S.A. en Puerto Gral. San Martín.
Ofrece servicios de desestiba (descarga) de fertilizantes, reparaciones, carga y descarga de mercaderías a granel (estiba y desestiba), transporte de su propio personal, 14 líneas horizontales de silos subterráneos para el acopio de cereales, máquinas cargadoras (como palas mecánicas) en diferentes modelos de la marca Volvo. Por todo esto cobra una tarifa.
Según propios y extraños, más precisamente las firmas contratantes, el servicio era de alta calidad profesional. Según el portal especializado Punto Biz, de 2000 a 2013 la tarifa subió 464% en dólares, un 4468% en pesos. Con aceitadas relaciones con la CGT regional San Lorenzo, la Cooperativa tiene la capacidad de frenar la cadena logística, produciendo una disparada en los costos por las demoras. Algo que ocurrió en 2010.
La lectura del gobierno de Mauricio Macri es global y obviamente, política. En un año electoral, en que se juega mucho. Dietrich habló de “complicidad” del gobierno anterior, que permitió el crecimiento de la cooperativa y del patrimonio de Juárez. Es una media verdad. Los vínculos con Jorge Capitanich y la participación de La Cámpora en algunos de los espacios de la Cooperativa lo ejemplifican. Pero no lo explican del todo.
Para que quede claro: el kircherismo no era dueño del espacio, pero había militantes trabajando y tomando decisiones como fruto de un acuerdo entre la política y el sindicalismo. Esa es la verdadera discusión de fondo.
Lo de Juárez no es kirchnerismo. Es “juarizmo”. Las aceiteras, que se plantaron ante Juárez desde 2014 formaron parte de unas reglas del juego contra las que, dicen, no tuvieron alternativa más que cerrar trato con él. ¿Pudieron haberse negado a la exclusividad? ¿O haber rechazado fijar tarifas en dólares? Imposible saberlo, pero Juárez ganó las pulseadas hasta 2016. En ese año la Cámara de Puertos Privados Comerciales abrió un registro de oferentes para empezar a desarmar negocios con alto grado de concentración. La movida fue impulsada por el gobierno actual. .
“Esas condiciones cambiaron con el gobierno de Mauricio Macri, hubo reuniones y tensiones, pero se modificaron esos comportamientos que tienen décadas”, puntualizó Dietrich en la entrevista con Radio 2. Posiblemente, en aquel momento, la guerra judicial haya tenido su primer capítulo. No conocemos el final: todo, especialmente la acusación de lavado de activos, está por probarse.
El mito de Juárez como benefactor social y gran “derramador” es otro capítulo.
Basta imaginar que a los abultados sueldos de los trabajadores, que en promedio cobran 60 mil pesos (con facturaciones por servicios que se arriman al triple de esa cifra en algunos casos). En este punto, las aguas están agitadas. Lo que hasta aquí fue prosperidad económica no sólo para San Lorenzo y Puerto San Martín (se calcula el presupuesto de la Cooperativa portuaria según lo declarado por Patricia Bullrich son 100 millones de dólares en cuentas embargadas). El doble o triple que el presupuesto municipal de una ciudad de las nombradas.
Lo que dice mucha gente en San Lorenzo es que Juárez es una especie de Robin Hood: le cobraba fortunas a los que facturan fortunas (las aceiteras), con lo que produce nuestro suelo. Distribuía. Generaba trabajo a miles. Le cobraba a los ricos para darle a los pobres. Pero la dimensión social no termina en mito. Tiene aristas más comprobables.
No son pocos los comerciantes de San Lorenzo y Puerto San Martin, proveedores de insumos y productos, que se preguntan qué pasará con los contratos, encargos de mercadería. La cooperativa pagaba con cheques de vencimiento a siete días. La encargada de compras de la mutual está desbordada por los llamados y mensajes. Enfermeros del centro médico (CCREP) ya fueron advertidos que no van a cobrar sueldos en tiempo y forma. En el sector de los portuarios, este lunes será un día clave: verán qué pasa con las cuentas y de ahí en más intentarán organizar una movilización. Todo depende de la dirección del organismo, que sigue decidiendo a pesar de estar en pleno proceso judicial. Se habla de una súper movilización de portuarios.
Todo un ecosistema económico está en riesgo. La persona de Juárez no escapa a las contradicciones: es querido y temido. Odiado y amado. Empresario y sindicalista. Monopolio y trabajador. Hábil navegante de zonas grises tan típicamente argentinas: donde el éxito convive en una riña permanente con la ética. .
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