"Yo no sé un carajo de táctica y esas cosas, pero sí sé del esfuerzo, de la constancia, de caerse y levantarse". Esas fueron las palabras que escogió el DT de Newells para referirse al empate del rojinegro con Platense. Eso es tan falso como su intento de ser humilde cuando habla.
Claro que sabe, claro que es muy inteligente. Tiene capacidad para poder sacar al equipo adelante -por eso lo respalda el presidente Ignacio Astore- pero no hay que subestimar a la gente, hacerle creer su falsa modestia y enojar al simpatizante con sus declaraciones.
A pesar de que conoce bien el mundo del fútbol, Heinze no le explica al público lo que hace en el terreno de juego, los cambios, por qué saca a uno y pone a otro; muchas veces respalda a profesionales que tienen bajo nivel. Pero más allá de eso, trabaja mucho, demasiado, prueba sistemas, nombres y está en un período de transformación del equipo. Pero le falta comunicar sin enojarse cuando se le pregunta del tema.
Muchos podrán pensar que ya hace un año que está en el club, que los resultados tendrían que estar a la vista y que, en parte, se ve la idea que pretende, pero solo necesita más tiempo. Un año no es demasiado para una consolidación del equipo, falta todavía atravesar un proceso. Falta más tiempo de trabajo y traer algún refuerzo que aporte calidad al equipo titular rojinegro.
Heinze es responsable de todo lo que pasa en el club, por eso los dirigentes le dieron -casi literalmente- la llave de la institución y tiene que dar explicaciones de lo que hace; con sinceridad y claridad para que todos puedan entender que es lo que pretende. Así, puede que le den ese tiempo que hoy se le está agotando por sus propias actitudes.