Otra vez, se registró una violenta reacción a un control vehicular. En esta oportunidad, personal policial y municipal fueron apedreados por vecinos de la zona oeste al intentar identificar a tres motociclistas. En la madrugada anterior, un agente de Tránsito municipal fue embestido por un automovilista que evadió un procedimiento de fiscalización.
Fuentes del Ministerio de Seguridad provincial informaron que en inmediaciones de Barra al 3600, personal policial procedió a identificar a tres personas a bordo de motocicletas, las que carecían de elementos de seguridad y documentación para circular. En este marco se solicitó la colaboración de personal de Tránsito municipal para que se labrase las correspondientes actas de remisión de rodado al corralón municipal.
Según trascendió, mientras los inspectores de tránsito intervenían, vecinos comenzaron a rodear a los agentes con intenciones de entorpecer el procedimiento, arrojando todo tipo de elementos hacia los distintos efectivos y móviles oficiales. En consecuencia, un policía sufrió una herida en el cuello y uno de los patrulleros la ruptura de la luneta.
Siempre de acuerdo al relato oficial, para evitar un mal mayor, se retiraron y se apostaton en bulevar Seguí y Barra. En el lugar aparecieron cuatro personas a bordo de una pick up, bajaron de la chata y empezaron a hostigar al personal. Los uniformados reconocieron al autor de la lesión al empleado policial y se lo detuvo. Fue identificado como Gustavo B., de 42 años.
Atropello
Inspectores municipales fueron atropellados este domingo a la madrugada en el marco de un procedimiento vehicular de la Municipalidad de Rosario. Según publicó el diario El Ciudadano, a las 4.20 de este domingo, un grupo de policías y agentes de tránsito que estaban haciendo un control de alcoholemia en la esquina de Oroño y Montevideo frenaron a un hombre que manejaba un Nissan. Le ordenaron hacer el test de alcoholemia y el conductor dijo que no. Dio marcha atrás y aceleró. Chocó al jefe del control y lo arrastró más de 30 metros en el capó del auto. También empujó a otros dos policías hacia un costado de la vereda, y chocó a una inspectora y a una mujer de la Dirección General de Fiscalización del Transporte. Personal del Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) atendieron a los agentes en el lugar y llevaron a los policías al sanatorio Laprida porque había sido los más lesionados. Por la tarde, todos están en buen estado de salud.
Personal de Comando Radioeléctrico y de la Policía de Seguridad Vial detuvieron al conductor en Italia y 9 de julio y lo trasladaron a la comisaría 2°. Tenía licencia de conducir de Roldán y en ningún momento aceptó hacerse un test de alcoholemia. Le labraron actas administrativas por negarse, darse a la fuga, pasar semáforos en rojo y subirse al cordón de la vereda. Un juez de faltas evaluará qué sanciones le corresponden. Pueden ir desde una inhabilitación para conducir hasta una multa económica.
Este lunes la Municipalidad de Rosario lo denunciará en el Ministerio Público de al Acusación por lesiones al personal municipal y provincial. “Tuvimos situaciones similares, pero nunca de esta gravedad. Fue muy violento. Puso en peligro la vida de los trabajadores”, dijo el director de Tránsito, Gustavo Adda. “Los controles no son un acto caprichoso. En los últimos dos años ingresaron 400 personas menos al Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (Heca) y convirtieron a Rosario en la ciudad donde más bajaron los siniestros viales del país”, agregó.
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