Gritos pidiendo silencio, el ruido de las sirenas y oleadas de polvareda se entremezclan en las calles de la Ciudad de México, donde la incertidumbre reina en los numerosos rescates desencadenados tras el fuerte terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter que ya ha dejado al menos 225 muertos en el país
Según la información oficial, 94 víctimas fatales corresponden a Ciudad de México, 43 a Puebla, 12 al Estdaos de México, 4 a Guerrero y 1 a Oaxaca.
Los equipos de emergencia han solicitado a la población la donación de mazos, motosierras, brocas de barrenado y serruchos para continuar con la remoción de escombros, así como de radios para mantener la comunicación entre el personal.
El saldo de fallecidos en Ciudad de México subió a 94, según el gobernador Miguel Ángel Mancera, elevando el reporte previo de 86 víctimas. También indicó que hay más de 800 heridos y 39 edificios con daños graves.
En la zona de Lindavista, los trabajadores luchan para rescatar a seis personas que quedaron atrapadas en un edificio donde se desplomaron tres pisos de la estructura, luego de escuchar signos de vida al interior.
Los rescates se centraban en la zona sur y en el corredor Roma-Condesa, exclusivo sector conocido por sus bares y restaurantes y donde viven numerosos extranjeros.
En parques públicos aledaños se instalaron campamentos en donde se reunía ayuda para rescatistas y damnificados. Numerosas personas durmieron en la calle sobre cobijas o dentro de tiendas de campaña.
Además, la atención estaba puesta en la escuela Enrique Rébsamen, cuya estructura fue derrumbada ante el movimiento y aplastó a decenas de niños. Reportes de prensa informan que al menos 32 menores y cinco adultos fallecieron en el lugar.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) decretó que este miércoles se suspendieran de clases de todos los planteles de la Ciudad de México, Puebla, Morelos, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Tlaxcala, Estado de México, Hidalgo y Michoacán. Asimismo, la institución informó de que en la Ciudad de México se tienen contabilizadas, de forma preliminar, 209 escuelas afectadas, 15 con daños mayores.
Gran parte de los capitalinos no durmieron, temerosos de una fuerte réplica y pendientes de los rescates en la cuarentena de edificios colapsados en Ciudad de México, que el 19 de septiembre de 1985 quedó parcialmente destruida por un sismo de 8,1 grados que dejó más de 10.000 muertos.
En los estados de Puebla y Morelos, donde se registró el epicentro del sismo a las 13.14 locales (18.14 GMT) del martes, también continuaban las tareas de rescate en viviendas y construcciones destruidas. Se calcula que hay unas 2.000 viviendas afectadas en Morelos, principalmente en el municipio de Jojutla. No obstante, el gobernador Graco Ramírez informó que no se registran personas atrapadas entre los derrumbes.
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