Que los hombres tienen la capacidad de producir leche no es ninguna novedad. Es más, no son pocas las mujeres que podrían ver en esta posibilidad una salida para alternar la alimentación del bebé, sobre todo, a la madrugada.

Pero, vale decir, hay restricciones. Por un lado, está el tamaño de los pechos. El grado de desarrollo de éstos es muy desigual entre los dos sexos.

Las mujeres tienen glándulas mamarias bien desarrolladas que, tras el embarazo, les permiten producir leche de alta calidad y en abundancia para el bebé.

Está a la vista que los hombres disponen de pezones y cierta cantidad de glándulas mamarias, pero el otro obstáculo es funcional. La prolactina, o la hormona de la leche, desde el comienzo del embarazo, va incrementando su cantidad en sangre hasta el momento cumbre del parto, cuando su cantidad aumenta más que nunca.

Si bien ambos sexos poseen una pequeña cantidad de esta hormona, es inhibida por otra: la dopamina. Sólo las mujeres que acaban de dar a luz tienen la suficiente cantidad de prolactina como para vencer a la acción supresora de la dopamina y así ésta pueda llegar a producir leche.

El tercer punto es que los especialistas no se ponen de acuerdo sobre la calidad de la lecha paterna. Por un lado, están los que la consideran no apta para el consumo humano. Y por otro, estudios que certifican que la composición de ambas no varía demasiado.

El caso más conocido es el de Mr. B. Wijeratne, un habitante de Sri Lanka que dió de lactar a dos de sus niñas después de que su mujer muriera tras el nacimiento de su segunda hija, en 2002.

Sí, el eje de todo el proceso, es la cantidad de leche que son capaces de producir hombres y mujeres.

Las causas
Entre las causas patológicas se cuentan el prolactinoma -un tumor benigno en la hipófisis que aumenta los niveles de prolactina en la persona-, efectos adversos de algunos fármacos y también el estrés.

Entre las predisposiciones naturales aparecen los cambios hormonales producidos en las distintas etapas de la vida y, también la estimulación mecánica y repetitiva del pecho y los pezones.