El ex ministro de Justicia Juan Lewis, que lleva la defensa de dos de los once imputados en la llamada “megacausa” por lavado y fraude, habló con Radio 2 tras el cimbronazo que produjo su decisión en el Frente Progresista y del estado de la causa. Uno de sus clientes, Luis María Kurtzemann, accedió a la libertad bajo fianza; mientras que el otro, Juan Bautista Aliau permanece en prisión preventiva. Hizo fuertes críticas al planteo del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
“La Fiscalía ha generado expectativas inusitadas en relación a esta causa que le va a costar muchísimo sostener y eso condiciona a los operadores judiciales a la hora de resolver”, advirtió Lewis en contacto con A Diario, el programa que conduce Alberto Lotuf. Señaló, además, la “desazón” que puede producir en la sociedad una investigación que no llegue a ningún lado.
En tal sentido, el ex ministro criticó la acusaciones del fiscal Sebastián Narvaja que, a su entender, en un punto llegaron a sonar a “disparates”.
“Hasta la jueza tuvo que suspender para que el fiscal ordenara y acomodara (su presentación) porque estaba llegando a un nivel de cuestiones tan incomprensibles que algunas podían pensarse como un disparate”, señaló.
Para Lewis la Fiscalía quizá intentó realizar una “interpretación innovadora” de la asociación ilícita como redes horizontales –de acuerdo a la dirección de Investigación Patrimonial habrían actuado en red y sin jefes– pero no pudo del todo explicarse.
Reconoció, como ha indicado el MPA, que una asociación ilícita se puede establecer sin que todos sus miembros se conozcan pero advirtió que sí o sí se debe probar el vínculo entre unos y otros y alertó que eso, en este caso, no sucede.
“La palabra asociación indica un vínculo. Debería haber dado una argumentación mas convincente”, observó.
Consultado sobre las críticas que generó su decisión de representar a los dos escribanos, Lewis reiteró que “está convencido” de su defensa y que se trata de dos personas que conoce hace muchos años. Ambos son, dijo, ex compañeros de facultad.
“Veo por todos lados que están apareciendo comisarios éticos que señalan que uno no debería tomar esta causa. Lo que estoy haciendo es usar las herramientas que el Estado de derecho tiene para defender a una persona acusada y en este caso injustamente acusada”, subrayó y agregó: “No existe una ética pública y una profesional, la ética es una sola y no se puede andar cortando como si fuera una pizza”.
Lewis había sido duramente cuestionado, junto con el ex ministro Héctor Superti, por dirigentes del Frente Progresista por haber asumido la defensa de algunos de los detenidos en la megacausa. Ambos se desempeñaban como asesores en la Legislatura. Ambos también tuvieron que dar un paso al costado.
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