Finalmente, este martes prestó declaración indagatoria el sexto de los cabecillas de la organización que según la Justicia Federal de Rosario y la Afip proveyó de facturas falsas a más de 6.500 empresas para una millonaria evasión impositiva.
Se trata de Ricardo Astudillo, quien desde los allanamientos de la semana pasada se encontraba en detención domiciliaria por cuestiones de salud. Esa situación era seguida de cerca por el Juzgado Federal N°3, a donde finalmente fue trasladado para presentarse ante el juez Carlos Vera Barros, informó en Radio 2 el periodista Hernán Funes.
Astudillo, un comerciante de 47 años, formuló declaraciones ante el magistrado y el equipo de la Fiscalía de Federico Reynares Solari, aunque no trascendieron los términos de su descargo. Para el juez, integraba un subgrupo con Adrián Zeballos y Cristina Ottaviano.
Le adjudican ser "el coordinador y administrador de los recursos materiales, humanos y técnicos necesarios para la creación de empresas y comercialización de las facturas por ella emitidas".
La causa
Astudillo, Zeballos y Ottaviano, junto a Miguel Centeno (empleado de 65 años), Lelio Serafini (gestor automotor, de 62) y Marcelo Liporaci (de 50 años) fueron imputados en el Juzgado Federal N°3 en el marco de una asociación ilícita tributaria, donde están acusados de "conformar un grupo destinado a la creación de empresas y a la comercialización de facturas electrónicas y manuales".
"Dichos comprobantes apócrifos eran requeridos por contribuyentes interesados en evadir impuestos a través de créditos fiscales o gastos ficticios. De esa manera, disminuían IVA o Ganancias", describen los investigadores.
Por ahora, Vera Barros determinó que todos permanezcan detenidos hasta tanto se resuelva su situación procesal. En ese sentido, el lunes habilitó la feria judicial y convocó a más personal para avanzar.