La situación hídrica de la provincia sigue siendo preocupante. En algunas localidades el agua no desciende y las perdidas productivas se cuentan de a miles. Este lunes, en Chabás, los vecinos cortaron la ruta 33 en reclamo de asistencia inmediata a inundados, también exigieron obras hídricas que prevengan escenarios como el reinante. Desde el gobierno provincial consideraron que la situación obedece no sólo a un fenómeno climático extraordinario sino que admitieron que hay canales clandestinos que empujan el agua a montones sobre los pueblos y además, reconocieron que el suelo ha perdido su nivel de absorción por el monocultivo. En tanto, las obras hidráulicas fueron garantizadas aunque, según aseguraron, no pueden resolver las inundaciones de este tipo.
En diálogo con el programa A Diario de Radio 2, Pablo Bellittieri, de Recursos Hídricos de Santa Fe, señaló sobre las obras que se exigen: “Son obras de desagüe para toda la región pero es una planlificación constante, no es que comienza o termina. Estamos atravesando una emergencia hídrica con los cuales estamos saliendo a resolver taponamientos, recorriendo con Protección Civil las rutas, viendo dónde hay obstrucciones. Tenemos equipos portátiles que mejoran la evacuación del agua”, explicó.
El funcionario precisó que hay dos obras en ejecución, “que se trabaja permanentemente” pero advirtió: “Lo puntual es ahora, la planificación hídrica es todo el tiempo”.
Cosultado por los periodistas Ciro Seisas y Hernán Funes sobre los llamados canales clandestinos, sostuvo: “Estamos tratando de identificarlas, viendo cómo accionar ante canalizaciones clandestinas pero no tenemos herramientas legales. Está en tratamiento la ley de agua y mientras tanto colaboramos con la comunas, con los productores locales para reconocer los eventuales canales qe haya. Hay que tomar conciencia que si profundizás 30 centímetros más te genera un trasvasamiento de cuenca con consecuencia como las que vemos pero no podemos decir que esto es en consecuencia de una canalización clandestina”.
También apuntó a “la falta de absorción del suelo por el monocultivo, que le resta permeabilidad a la estructura granulada del suelo”. Para Bellitieri, las actuales inundaciones son una consecuencia combinada de estos dos últimos puntos, aunque también agregó que las lluvias caídas en la región son extraordinarias.
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