Una pileta a mano o sufrir. Octubre parece enero. Al menos, este fin de semana que, según los pronósticos, podrían anteceder a una lluvia salvadora. La temperatura este domingo, Día de la Madre, trepó a 37,6 grados y la sensación térmica, a 43,4.
Un viento norte a más de 20 kilómetros por hora sofocaba al soplar el aire caliente bajo un cielo mayormente despejado en la región, donde, sin espacios públicos habilitados para pasar el rato, sólo encontraron alivio quienes tienen piscina propia o bien aire acondicionado.
No obstante, desde temprano, y a pesar de operativos para evitar el ingreso de vehículos a la zona por la pandemia de coronavirus, en las playas de la zona norte de la ciudad había movimiento de gente e incluso algunos se bañaban en el río.
También aprovechaban el día kayakistas, ciclistas y vendedores en ésa y otras áreas verdes de la ciudad pero a la sombra, ya que a las tres de la tarde había 37,5 grados y 43,4 de térmica. A las cuatro, el termómetro subió otra décima pero la sensación no se calculaba.
Al menos a esa altura de la tarde del domingo no había ninguna alerta para la provincia de Santa Fe pero tanto el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) como cartillas no oficiales coinciden en la probable llegada de tormentas con lluvias a partir de este lunes a la región.
No obstante, el SMN prevé una jornada tórrida también para el comienzo de la semana, con 22 grados de mínimo y 38 de máxima, ya que el mal tiempo –nunca tan bueno como en este caso– llegaría hacia la noche y traería un bálsamo ante tanto calor.
Porque para el martes se esperan más lluvias con 18 grados estables todo el día y par el miércoles, aún con nubes, apenas 10 por la mañana y 15 por la tarde. Más parecido, así sí, al mes de octubre.