La Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez inició la pavimentación articulada con adoquines hechos en la Planta de Producción Municipal, un proyecto ambicioso que comenzó en barrio Pueblo Nuevo, pero seguirá en diferentes barrios de la ciudad.

Los trabajos iniciaron en el tradicional barrio Pueblo Nuevo sobre la calle Santa Fe, desde Buenamessón hasta Cervantes; y próximamente continuará en la zona comprendida por las calles Cambeyra de Buenamessón a Cervantes; calle Buenamessón de Cambeyra a Sargento Cabral; y calle Lavalle de Buenamessón a Ntra. Sra. de la Paz.

El intendente Alberto Ricci estuvo presente en el comienzo de la obra y expresó: “Estamos en el barrio Pueblo Nuevo, colocando los primeros adoquines con la producción propia en la Planta Municipal. Como equipo de gestión nos hemos planteado el objetivo de poder hacer 100 cuadras durante los próximos 3 años de gobierno que nos quedan”.

“Estoy muy contento y orgulloso de poder avanzar con este proyecto. Para los próximos años Villa Gobernador Gálvez se va a transformar en una ciudad diferente, con el adoquinado en todas las calles que hoy tienen cordón cuneta, y con más calles de pavimento”, valoró el jefe municipal.

Por último, Ricci destacó el trabajo que viene realizando el municipio junto a la Provincia de Santa Fe: “Estamos trabajando junto al gobierno provincial para que la ciudad tenga sus obras necesarias, con Maximiliano Pullaro estamos con un gran proyecto de transformación, no sólo en infraestructura, sino también en la parte social”.

En qué consiste el adoquinado

El proceso de adoquinado de una calle comienza con la preparación del terreno. Primero, se realiza una excavación para retirar el suelo superficial y nivelar el área. Luego, se coloca una capa de base, generalmente de grava, que se compacta para asegurar una superficie estable. Sobre esta base, se extiende una capa de arena fina que servirá de lecho para los adoquines.

Una vez preparada la base, se procede a la colocación de los adoquines. Estos se disponen de manera ordenada, siguiendo un patrón específico que puede variar según el diseño deseado. Los adoquines se colocan uno a uno, asegurándose de que queden bien ajustados entre sí. Después de colocar todos los adoquines, se vierte arena fina sobre la superficie y se barre para rellenar los espacios entre ellos, lo que ayuda a fijarlos en su lugar.

Finalmente, se compacta toda la superficie con una máquina vibradora para asegurar que los adoquines queden firmemente asentados. Este proceso no solo proporciona una superficie duradera y resistente, sino que también permite una mejor gestión del agua de lluvia, ya que los adoquines facilitan el drenaje.