Este lunes se reavivó un foco de incendio en las islas cerca de Rosario y desde la noche se siente con mucha intensidad el humo. Tanto el gobierno nacional como el provincial y el municipal reforzaron sus denuncias en el juzgado federal de Entre Ríos, pero la investigación judicial parece no avanzar. Desde Nación, el viceministro de ambiente planteó tres hipótesis sobre quién pueden estar detrás de las quemas, aunque la que mayor cuerpo tiene –y habla también de la inacción de la Justicia y de falta de voluntad política– refiere al avance de la frontera agropecuaria.
“Hay inmobiliarias de Rosario que están vendiendo campos que hasta hace 10 días eran parte del humedal”, acusó el viceministro Sergio Federovisky, en contacto con el programa Radiópolis (Radio 2). El viernes pasado, tal como habían anunciado durante la semana, el ministerio de que conduce Juan Cabandié presentó la denuncia en la Justicia federal de Entre Ríos con información georreferenciada sobre los incendios en el área del Delta, que incluyó datos de detección de focos ígneos de manera temprana.
Federovisky señaló que la ampliación de la frontera agropecuaria, a partir de las tierras que afloraron con la bajante del río, es una de las tres hipótesis detrás de los continuos fuegos del otro lado del Paraná. E incluso es, quizás, la hipótesis más fácil de comprobar con algo de voluntad, según el viceministro. Las otras dos son los cazadores furtivos y la quema de pastizales para limpieza de terrenos, no para el rebrote de pasturas que se hace en septiembre.
“Estamos verificando y la Justicia claramente mira para otro lado, un procedimiento de avance de la frontera agropecuaria: se quema, se coloca terraplenes. Hay zonas del delta que están afloradas dada la tremenda bajante de los ultimos tres años. Se va, se quema, se coloca un terraplén alrededor y ese terraplén impide que el agua reingrese cuando el río recupere su nivel”, señaló.
“Está demostrado que hay inmobiliarias de Rosario que están vendiendo campos que hasta hace 10 días eran parte del humedal”, abundó y señaló que la Justicia los puede investigar "dos teléfonos".
“Los terraplenes los he visto sobrevolando el delta. Identificar los terraplenes es bastante sencillo si uno tiene un helicóptero y voluntad política”, llamó la atención.
"El (lugar de) inicio del fuego es perfectamente identificable, y si colocara por sobre ese registro el mapa catastral, al menos se podría saber si se trata de tierras fiscales, de tierras con dueños... Sería un trabajo interesante como para iniciar algo en materia penal en el área –observó–. Si el juez persiguiera a dos o tres de estos malandras, es probable que los otro malandras piensen dos veces antes de mandar a quemar".