La provincia de Buenos Aires presentó su protocolo para veranear en la costa atlántica y desató el debate sobre el uso del aire acondicionado. El gobernador Kicillof explicó que estos dispositivos estarán prohibidos en los alojamientos ya que se considera que puede ser contraproducente para evitar la propagación del virus.
De acuerdo a la Red Mundial de Información sobre la Salud del Calor (GHHIN, por sus siglas en inglés) no habría problemas en el uso del aire acondicionado en habitaciones individuales o casas de familia, pero sí recomiendan no utilizarlo, o hacerlo de una forma controlada, en espacios públicos de uso compartido como por ejemplo un centro comercial, una dependencia pública o un hotel.
Desde el inicio de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que una de las principales medidas sanitarias a tomar para disminuir los riesgos de contagio de coronavirus es la correcta ventilación de los ambientes. Esto quiere decir, permitir un recambio de aire de forma natural, garantizando la salida del aire viciado y el ingreso de aire limpio.
En los lugares donde funciona el aire acondicionado, este recambio no siempre se da,ya que los ambientes se mantienen cerrados para mantener el frío. Eso es lo que justamente proponen evitar ya que se considera que, en el caso de que haya en un espacio cerrado una persona con coronavirus junto a otras que se encuentran en el mismo lugar, el uso del aire podría potenciar los contagios.
De todos modos, desde la GHHIN aclaran que en el caso de no poder evitar el uso de los acondicionadores de aire, si se les da un correcto mantenimiento, podría reducirse la posibilidad de contagios. Esto significa aumentar la ventilación de los espacios para garantizar el recambio del aire, limpiar y cambiar periódicamente los filtros y también mantener sanitizados de forma periódica los conductos.
“Si el sistema de aire acondicionado o ventilación no está bien mantenido y operado, existen dos mecanismos potenciales a través de los cuales podría contribuir a la transmisión del virus: el sistema mismo podría recircular aire contaminado; y / o podría crear condiciones interiores (temperatura y humedad) que favorezcan la supervivencia del virus”, sostienen desde la GHHIN en su sitio web.
Con respecto a la temperatura en la que se debe usar el aire, la red de especialistas aclara que por debajo de los 21º, se genera un ambiente propicio para la supervivencia del virus en el lugar. Ante esto, la recomendación es no utilizar el aire por debajo de los 24º y cumpliendo con la ventilación de los ambientes.