No hubo un invierno crudo en Rosario. En esos días, desde este rincón del mundo, se siguieron las noticias de la ola de calor en Europa y en China. Todos derretidos. A poco de finalizar noviembre, con más lluvias que calor intenso en la ciudad, inquietan y preocupan los casi 60 grados de sensación térmica en Río de Janeiro que provocó muertos. Con estos antecendentes, ¿qué se puede esperar del verano al lado del Paraná? Rosario3 consultó al respecto a especialistas climáticos, quienes coincidieron en que los meses que vienen presentarán temperaturas extremas y abundante caída de agua. La Municipalidad, en tanto, tiene preparado un protocolo de acción que incluye la conformación de centros de evacuados.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) realiza pronósticos de temperatura y precipitación a mediano plazo, y el pronóstico para el trimestre de noviembre y diciembre 2023 y enero de 2024, predice que la precipitación será superior a la normal de este periodo en la zona Este del país, principalmente en el Litoral y zonas cercanas e inferior a la normal en las provincias del Noroeste y en el Sur de la Patagonia. Para el caso de la temperatura ambiente, predice que el norte y centro del país, incluyendo el Litoral, parte de La Pampa y gran parte de Buenos Aires, tendrán temperaturas superiores a la normal.
“Va a ser un (fenómeno del) Niño más fuerte que moderado, vamos a tener jornadas muy, muy cálidas, con algunas olas de calor muy fuertes, pero interrumpidas por frentes fríos que van a acelerar tormentas fuertes”, sostuvo Jorge Giometti, titular del Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático Sistema de Alerta Temprana (SAT), una asociación civil dedicada a la difusión de alertas y avisos meteorológicos, sobre el verano que está por iniciarse en la ciudad.
Para el observador meterológico, en los próximos meses “es probable que tengamos algunos pulsos de aire muy cálido y húmedo en la región”, y advirtió que a diferencia de Brasil “en nuestra zona tenemos los frentes fríos que vienen del sector sur, sobre todo con aire del Antártico, que lo que hace es que genere tormentas y, después bajan las temperaturas”. A este panorama, se le suman “períodos de poca insolación como estamos teniendo con días nublados o parcialmente nublados, de cuando hablamos la película de la temporada en el promedio vamos a estar muy cercano a las temperaturas esperadas en el promedio o apenas un poquito más elevadas”.
El titular del SAT, también puso el acento en las lluvias. “Vamos a estar marcados por el anticiclón semipermanente del Atlántico que es el que nos aporta normalmente la humedad del este y del noreste”. Según explicó, la influencia del Niño aporta lo mismo: puro aire húmedo que origina precipitaciones.
Para aclarar el panorama, Giometti resumió: "Vamos a tener un pulso de aire cálido y un ingreso de humedad con muy altas sensaciones térmicas. También, es probable que esos ciclos de calentamiento y humedad muy alta sean interrumpidos por tormentas, dado que estamos afectados por el Niño en nuestra zona”.
Consultado sobre si la elevación de las temperaturas obedece al denominado cambio climático, observó: “Los ciclos cálidos y fríos en el planeta son normales y hemos tenido desde glaciaciones hasta períodos de calentamiento. Pero además, lo que ahora tenemos es el impacto de nuestro paso por este planeta donde generamos, por ejemplo, la devastación del Amazonas que profundizó la pérdida del régimen de precipitaciones. Entonces, tenemos factores naturales de un planeta vivo que normalmente va modificando su temperatura y sus ciclos y también tenemos una aceleración por la presencia nuestra y las acciones que hacemos”, explicó.
El físico Rubén Piacentini advirtió en este sentido: "La temperatura en la Tierra ha cambiado muy poco entre el año 1000 y el 1900 y se ha ido incrementando en el último siglo, dado que el planeta se va calentando. Puede llegar a ocurrir que de un año a otro o de una década a otra, haya fluctuaciones significativas en la temperatura ambiente; es lo que produce extremos de calor, tales como las olas de calor más frecuentes e intensas, tanto en el Hemisferio Norte como en el Sur".
Para el profesor honorario de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), todas las tendencias de las mediciones de temperatura ambiente global están mostrando, en general, un incremento, pero "lo sorprendente es que los datos publicados por el Centro Europeo de Pronósticos a Mediano Plazo muestran mes a mes, no solamente que en promedio mundial la temperatura está creciendo en las últimas décadas, sino que ha superado ya dos grados de incremento en algunos días del mes de noviembre 2023". Según indicó, "este aumento es respecto a la temperatura que se suele llamar preindustrial, o sea, la época prácticamente desde 1850 hacia atrás, si bien la Revolución Industrial empezó antes, pero había muy poco desarrollo", dijo y resaltó: "Se está registrando en el mundo, en prácticamente todas las regiones y climas, un incremento muy importante de la temperatura ambiente.
"Tenemos que estar preparados para temperaturas que puedan llegar a ser más altas que lo normal. Esto puede ocurrir porque hay fenómenos que se están dando por el cambio climático que se está produciendo, no solamente con un aumento promedio mayor a lo esperado de la temperatura, sino también mayores efectos en los extremos, lo que suele llamarse variabilidad climática. Se producen aumentos, pero al mismo tiempo hay extremos, el caso típico es la ola de calor, que es un extremo de temperaturas altas que persisten durante varios días. Y se han dado ya, tal el caso de Brasil, pero también ocurrió en el hemisferio Norte durante el verano pasado", añadió.
Protocolo
El director de Defensa Civil del municipio, Gonzalo Ratner, señaló que “el pronóstico trimestral del Servicio Meteorológico Nacional coincide con lo que se está dando y lo pronosticado por el fenómeno del Niño. Es decir, para nuestra región, lluvias por encima del promedio y temperaturas por encima de los promedios habituales de la ciudad”.
¿Rosario está preparada para atravesar esta combinación explosiva de calor, lluvia y humedad extremas? El funcionario aseguró que “se trabajó con las áreas de Salud y Desarrollo, a través de la mesa de coordinación de los distritos durante todo el año, para contener el fenómeno del Niño con lluvias y temperaturas por encima de lo normal, a través de un plan de mantenimiento de la obra exitente, canales, desagües, medidas no estructurales, como por ejemplo, la planificación de protocolos de emergencia”.
Esta prevención, de acuerdo a lo que destacó, incluye “la posibilidad de armar algún centro de evacuados”.
Las acciones integran, además, el plan preventivo de poda y extracciones de árboles que están en riesgo de caerse y la difusión de alertas meteorológicos. Por otra parte, se contempla la provisión de agua potable en los barrios más humildes, de la mano de un cronograma de suministro de agua con cubas.
Alternativas
"Debemos buscar soluciones, porque si existe el problema generado por el cambio climático, existen también soluciones; no vamos a poder cambiar las temperaturas en corto tiempo, pero sí introducir los cuidados necesarios para proteger a la población", consideró Piacentini ante el panorama instalado y el que se avecina.
"Un caso típico es en el hemisferio Norte, donde ya se está considerando una cuestión normal que se habiliten lugares frescos, por ejemplo, lugares públicos tales como escuelas, instituciones, clubes, etcétera para que, si llega a haber olas de calor muy intensas, puedan las personas refugiarse en esos lugares. Es una medida muy interesante, así como la provisión de agua que pueda darse a las personas en cantidad suficiente para no deshidratarse", planteó a modo de alternativa ante un termómetro imparable.
Para el también investigador superior del Instituto de Física Rosario (Conicet – Universidad Nacional de Rosario) "habría que hacer muchísimo cuidado respecto de la aislación de las viviendas y los edificios". De acuerdo a lo que destacó, "Rosario es un ejemplo, ya que fue la primera ciudad de la Argentina que estableció normas para que los nuevos edificios que se construyan y aun las viviendas, tengan una aislación y sean eficientes energéticamente. Esto es para los nuevos edificios –observó–pero quedan todos los anteriores que deberían aislarse".
"Lo que debemos hacer urgentemente, como ha ocurrido en Europa, cuando hubo una grave crisis energética, -la crisis del petróleo de los años 70, es reducir los consumos energéticos, no solo aislando las paredes de las viviendas, sino también si hay grandes aberturas, hay que instalar protecciones adecuadas. Hay muchísimas otras soluciones para dar las condiciones apropiadas para mitigar el cambio climático. Por ejemplo, el reemplazo de fuentes energéticas contaminantes, basadas en combustibles fósiles, por fuentes renovables (tales como solar, del viento o eólica, del agua, del suelo o geotérmica) y combustibles renovables (biocombustibles, hidrógeno y aun aire comprimido)", apuntó.
Por último, remarcó: "Para contribuir a este cambio fundamental en la matriz energética, he propuesto a la Universidad Nacional de Rosario la Maestría en Transiciones Energéticas, que ya cuenta con la aprobación del organismo supervisor nacional Coneau y que es apoyada por la Organización Latinoamericana y del Caribe de Energía y las Universidades del Grupo Montevideo, de Mercosur. Ya se encuentra habilitada la inscripción a esta Maestría, que comenzará a dictarse en marzo próximo"-