El día después de que el Banquito San Andrés ardiera bajo las llamas, el humo todavía se hacía presente y los lugareños se empeñaban en trabajar para que el fuego no llegara a las construcciones ubicadas en la orilla frente a Rosario: “Lamentablemente esto no se recupera más”, dijo Bachir, uno de ellos.
El habitante de la isla contó detalles del trabajo realizado para tratar de apagar el fuego en la zona: “Estuvimos todo el día trabajando con familiares y amigos, la gente que es de acá y quiere al lugar”
Y agregó: “Yo tenía mi casa ahí cerca, el pasto estaba muy creciendo y llegamos a defenderlo con lo justo. Por suerte no hubo heridos”.