Una familia qom denunció que un grupo de policías chaqueños irrumpió violentamente en su domicilio y golpeó y amenazó con prender fuego a las personas que estaban en la vivienda. Además, los acusaron de abusar sexualmente a dos menores. El ministerio de Seguridad provincial desplazó a los efectivos sospechosos y la secretaría de Derechos Humanos y Géneros provincial se presentará como querellante en la causa. El presidente Alberto Fernández expresó su repudio por Twitter.
Las imágenes de violencia institucional que hemos visto en las últimas horas en el Chaco son inaceptables. Celebro que el Ejecutivo provincial haya apartado a los efectivos, pero debemos trabajar más profundamente en una problemática que es una deuda de la democracia.
— Alberto Fernández (@alferdez) June 2, 2020
Según informó Télam, el atroz episodio de violencia institucional ocurrió el domingo por la madrugada pero se hizo público en las últimas horas, luego de que se viralizaran videos, fotos y audios de personas que viven en el barrio Cacique Pelayo-Banderas Argentina, de la localidad chaqueña de Fontana.
De acuerdo a la denuncia, los policías de la comisaría 3ª ingresaron el domingo último a la madrugada al domicilio de una mujer que vive con su padre y sus hijos, una adolescente de 16 años y un joven de 19, a quienes se llevaron detenidos junto a una chica de 18 años y otro muchacho de 20.
Página 12 precisó que los policías, según la acusación, ingresaron a la vivienda de manera violenta, atacaron a sus habitantes con golpes de puño y palos, los patearon en la cabeza. Detuvieron a dos varones y a dos mujeres. A ellas las abusaron sexualmente, las rociaron con alcohol y amenazaron con prenderlas fuego.
“¿Ya les tiramos alcohol, ¿ahora quién las prende fuego?'", amenazó uno de los efectivos a la familia, según contó en un video la hija de la dueña de casa, quien además aseguró que después los policías los atacaron nuevamente a patadas.
Elsa, madre de los jóvenes, dijo en otro video que "había una pelea entre muchachos y la policía creyó que habían entrado acá".
"La agarraron a mi hija del cabello y la arrastraron, alcancé a prenderme de mi hija y entre seis policías nos agarraron y ahí un oficial me pegó con la 9 (pistola calibre nueve milímetros) en el rostro", señaló.
La mujer agregó que a su sobrino "le pegaron contra la pared" y que él y su hijo quedaron "desfigurados de los golpes".
Tras difundirse el ataque policial, la ministra de Seguridad de Chaco, Gloria Salazar, dio una conferencia de prensa en la que confirmó que el gobernador Jorge Capitanich apartó a los efectivos involucrados.
Más tarde el propio presidente se expresó por redes sociales: “Las imágenes de violencia institucional que hemos visto en las últimas horas en el Chaco son inaceptables. Celebro que el Ejecutivo provincial haya apartado a los efectivos, pero debemos trabajar más profundamente en una problemática que es una deuda de la democracia”.