El nuevo año aún no cumplía su décimo día y tres mujeres santafesinas ya eran noticia por el extremo grado de violencia a la que fueron sometidas: Florencia Coria murió tras padecer quemaduras en el 90% de su cuerpo, Natalí denunció a su padre de violaciones producto de las cuales tuvo 4 hijos y una médica rosarina se animó a publicar el video de su propio abuso que derivó en la detención del presunto agresor.
La violencia de género no cesa, por el contrario, se recrudece y desafía la capacidad de hartazgo social. En este contexto, el equipo de Género de la concejala Norma López publicó su estadística anual de femicidios que confirman que Santa Fe cerró 2019 con 41 femicidios, 16 se cometieron en Rosario y la mitad de éstos, están vinculados al crimen organizado. De esta forma, se afianza una tendencia que comenzó a vislumbrarse el año pasado: los femicidios en contextos de criminalidad organizada van superado a los femicidios íntimos o familiares.
Si bien Norma López destacó que en la provincia no hay muertes de mujeres por aborto (en el país hubo seis casos), apuntó a que "las políticas de seguridad no acompañaron a las mujeres, porque claramente hay feminicidios relacionados a balaceras, contextos de narcocriminalidad, disputas territoriales y otros sucesos. En ese sentido estamos esperanzadas en que Omar Perotti y el ministro Marcelo Saín aborden una política de seguridad con perspectiva de género”, señaló la edila justicialista.
En contacto con Rosario3, destacó un cambio en la metodología de la estadística que ha permitido “ver” femicidos que antes no eran detectados. “Hay una serie de asesinatos de mujeres que no estaban siendo analizados como tales, y quedaban como muertes en balaceras o suicidios y no como feminicidios”, observó y remarcó que debido a esta modificación, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) convocó al grupo de trabajo para analizar sus resultados.
“Había una mirada de género que faltaba”; remarcó López, quien confirmó que entre 2018 y el año pasado “surgen casos de mujeres que fueron asesinadas en balaceras o en ataques a sus familias, que eran testigos en causas resonantes y ¿cómo llegan estos hechos a los medios, cómo se analizan?”, cuestionó a fin de mostrar que la lectura de esas muertes carecía de perspectiva de género, en sentido de no advertir que detrás de esas pérdidas “existe un Estado que desprovee, que vuelve más vulnerables a estas mujeres”.
Aunque aclara que no es especialista en la materia, la edila consideró que “ha habido un cambio en el rol de la mujer en la economía delictiva”. Esta participación más acentuada no siempre es acompañada de condiciones de seguridad o réditos económicos proporcionales a las tareas desempeñadas. Así, la mujer queda desamparada y está más expuesta que el varón. Otras variables mencionadas por López en relación al aumento de muertes de mujeres en contextos criminales es el hecho que “las mujeres denunciamos más que los varones y estamos siempre al cuidado de los demás, teniendo una vida comunitaria mucho más activa que ellos”, apuntó.
“Somos una población con derechos vulnerados y el Estado no ha avanzado demasiado en ello. Seguimos viviendo en contextos violentos por lo que necesitamos que las muertes violentas se investiguen como feminicidios”, pidió.
Caso por caso
Según el relevamiento, las mujeres asesinadas en 2019 en contextos de criminalidad son los siguientes:
Gloria L., 56 años: fue asesinada el 2 de marzo de 2019. Era la pareja del suegro del Pollo Bassi. En inmediaciones de Grandoli y Gutiérrez, fue acribillada desde una moto.
Delia Beatriz D., 26 años: el 30 de marzo, en 27 de Febrero y Gutenberg, cayó herida de muerte al ser alcanzada por una ráfaga de ametralladora disparada por un hombre que se movía en moto con un cómplice.
Emilce S., 16 años: fue asesinada en medio de una balacera en Manantiales y cortada 1801. Presentaba múltiples heridas de fuego en el tórax y en las piernas.
Gimena G., 23 años: su homicidio se produjo el 21 de junio pasado en 27 de Febrero y Buenos Aires. Policías la ultimaron a balazos cuando iba en una moto con un hombre. Ambos fueron acusados de haber robado.
Samanta G., 22 años: estaba baldeando la vereda de una vecina, cuando le dispararon en la cabeza desde una moto. Era familiar de Enrique Adrián "Cable" Solís, que está cumpliendo una condena por la muerte de los hermanos Ulises y Jonatan Funes y que recientemente fue imputado por el homicidio de Lorena Ojeda, una joven de 16 años, a quien mató por error.
Rosa F., 80 años: murió tras ser atacada en Laprida al 1400, un hecho en el que también fue asesinada su hija, Isabel Ferroni y del que está acusado su pareja.
Soledad G., de 14 años: murió en un ataque a balazos ocurrido en la medianoche del 21 de julio en en Lima y 27 de Febrero.
Tiziana Valentina L., de 17 años: falleció en medio de una balacera contra un boliche en Arijón y Balcarce.
Jazmín Sol D., de 21 años: la mataron en una balacera contra su casa en Pasaje Seren al 7700.