El presidente Javier Milen participó este viernes de un evento en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) donde despidió a los deportistas argentinos que participarán de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos que se van a disputar en París entre los meses de julio y agosto.

Del evento, también participó el secretario de Deportes, Daniel Scioli, quien reivindicó el pasado de Milei como arquero y aseguró que actualmente sigue “atajando todo lo que le tiran”.

En tanto que durante su discurso, Milei los felicitó por el esfuerzo y trabajo por el que llegaron a ser representantes argentinos en una de las competencias deportivas más importantes del mundo. Pero también aprovechó para distender y recordar su paso como arquero de fútbol.

“Cuando era muy joven, posiblemente con la misma edad de algunos de ustedes, yo también quise ser deportista profesional. Para mí, ser arquero de fútbol fue una suerte de escuela de vida; fue aprender valores comunes al deporte, en general, como el valor de la disciplina, la constancia y el sacrificio. Pero también fue algo que marcó profundamente mi personalidad por lo específico de ser arquero: ser distinto a los otros 10, entrenar solo en una rutina diferenciada del resto del plantel, que el resultado dependa de mis errores o de mis aciertos de una manera en la que no depende de los demás. El duelo de voluntades y temples - que es atajar un penal - creo que es algo que me marcó, como también me marcó mi ocupación como economista, aunque por distintas razones”, señaló.

En ese sentido, también analizó que “las cualidades personales y profundamente humanas de todos y cada uno de ustedes están asignadas por el deporte que practican o por el rol que ocupan en su equipo, si se dedican a disciplinas colectivas. Porque nuestra fiebre humana está tallada por nuestros hábitos, nuestras pasiones y nuestra historia de vida”.

Hoy les toca representar al país desde el lugar que ocupan en esta delegación, pero el día de mañana les tocará participar de las sociedades de otro lugar y estoy seguro de que - gracias a su recorrido como atletas de alto rendimiento y gracias a la influencia de su deporte - que en cada cual habrá tallado en piedra cualidades personales muy particulares, el día de mañana contribuirán a la sociedad de manera ricas y aún insospechadas, de maneras que hoy ni ustedes mismos se imaginan. Les aviso que yo nunca me imaginé ser presidente”, agregó.

A modo de saludo, Milei remarcó que, a partir de este viernes, “todos ustedes son representantes, de la República Argentina, en la máxima cita del deporte global, donde la mayoría de los países se baten en todas las disciplinas deportivas. Esto es un orgullo inmenso, proporcional al tamaño del servicio que le brindan a la Patria, porque se trata no sólo de demostrarse a ustedes mismos y a sus pares quiénes son como deportistas, sino demostrarles, también, al mundo entero quiénes somos como argentinos”.

“Ustedes que tanto se esfuerzan, todo lo que logren será fruto del gran trabajo que hacen. Además - y como digo siempre -, que en esta ocasión parece particularmente pertinente: recuerden que la victoria en la guerra no depende de la cantidad de soldados, sino de las fuerzas que vienen del cielo. Con esfuerzo y confianza en el uno, estoy seguro de que todos sus sueños se harán realidad y que llenarán de orgullo al pueblo argentino. Que Dios los bendiga y que la fuerza del cielo los acompañe”, concluyó el presidente en su discurso.