El caso de Loan en Corrientes le removió las heridas a Susana, la mamá de Fernando Cristian Salina, que un día de enero de 1985, cuando tenía 13 años, se fue con sus tíos a un balneario -como Bruno Gentiletti - y nunca más regresó. La mujer, que es de Rosario, lleva 39 años esperando tener noticias de su hijo. 

Toda la vida con incertidumbre, sin saber, sin respuestas. Y esperar, esperar que Dios me dé la bendición de saber algo antes de que parta de este mundo”, dijo Susana a De 12 a 14 (El Tres), al ser consultada sobre sus años sin Fernando. 

Además, recordó que ella estaba trabajando cuando Fernando le avisó que se iba al balneario con el hermano de Susana y su mujer. Ella dijo que no vaya, pero él tenía calor y la idea de tirarse un rato al agua le entusiasmó. 

“Pasaron las horas, las horas y yo con mucha angustia”, dijo y agregó: “Tipo 18 me llamaron diciendo que no lo encontraban, que no sabían qué había pasado, que estaba con los amigos, porque había mucha gente, pero nadie vio nada, ni para dónde fue, nada”. 

Susana dice que su hijo “desapareció y no dejó ningún rastro”. Hicieron la denuncia y comenzó la búsqueda. Primero dijeron que era fuga de hogar, pero ella se opuso a esa idea. “Nunca podría haber pasado eso porque no tenía razón”, mencionó. 

Con los rastrillajes llegaron las primeras noticias. Gente que la llamaba para decirle que habían visto a Fernando en distintas zonas de la ciudad, incluso en una oportunidad viajó hasta Leones. También visitó varios hospitales, pero no encontró rastros de su hijo. “Jamás se hubiese ido sin decirme nada”, sostuvo Susana y aseguró que hasta “el día de hoy no le encuentro la explicación”

Esa ausencia es una herida abierta y con cada caso nuevo, el dolor vuelve. Como en los últimos días, cuando los medios de comunicación informaron la desaparición de Loan en Corrientes. “Me vuelvo loca, me pongo en la piel de la madre y sé lo que está pasando, te mueve todo”, dijo y señaló que lo que más siente es “impotencia de no poder hacer nada”. 

Susana lleva 39 años sin saber nada de su hijo y para ella, “aquel que no tiene dinero no tiene justicia”. Sobre qué pasó en enero de 1985, la mamá de Fernando cree que “alguien se lo llevó engañado” porque “él era muy confiado, por ejemplo, si se te quedaba el auto, sin conocerte, te ayudaba o te llevaba donde le digas”. 

Antes de finalizar, entre lágrimas, la mujer le hizo un pedido especial a ese adolescente que nunca más vio: “Que me busque, que yo siempre lo busqué y no lo encontré. Quiero que sepa que lo que más amé y voy a amar hasta el último día de mi vida”. Susana no quiere muchos detalles, solo “que me busque, quiero saber de él, si tiene una familia”.