Para decir “adiós” primero hay que decir “gracias”. No se puede despedir un año “a las patadas”…como deseando que se vaya pronto, tal vez por todo lo feo, duro, doloroso y difícil que “nos trajo”. Necesitamos decirle “gracias” sobre todo porque también hubo muchas cosas buenas que nos ayudaron, que nos acompañaron y que tuvimos oportunidades de aportar de nuestro propio esfuerzo y dedicación. Por lo que encontramos y por lo que pusimos de nuestra parte.
Pero también es bueno ser agradecidos por todo lo que pudimos “aprender” de lo que consideramos negativo y olvidable. También se crece por lo que se pierde, con lo que nos resulta contradictorio y hasta doloroso. Incluso los temores o una enfermedad pueden dejarnos un mensaje de advertencia, de atención y de cuidado.
Entonces el “adiós” que le digamos al año que se va nos estará preparando mejor para el que viene. Un trato positivo al tiempo que pasa nos abre la puerta a un presente esperanzado y nos ayuda para “asomarnos” a tiempos mejores.
Después puede ser interesante contar con propuestas que nos ayuden a componer o diseñar mejor nuestro futuro. Como una posibilidad comparto aquí una parte del mensaje del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Paz 2022; propone allí “tres caminos para construir una paz duradera. En primer lugar, el diálogo entre las generaciones, como base para la realización de proyectos compartidos. En segundo lugar, la educación, como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo. Y, por último, el trabajo para una plena realización de la dignidad humana”. Asegurando que “estos tres elementos son esenciales para la gestación de un pacto social, sin el cual todo proyecto de paz es insustancial”.
Señala también el Mensaje que “todos pueden colaborar en la construcción de un mundo más pacífico: partiendo del propio corazón y de las relaciones en la familia, en la sociedad y con el medioambiente, hasta las relaciones entre los pueblos y entre los Estados”.
Así, en este empeño comprometido y compartido, además de decir “gracias” y “adiós” al año que se va, podremos decir también “bienvenido” al que llega.