El Ente Administrador del Puerto Rosario (Enapro) inició un plan de regularización legal sobre los bares y las viviendas levantadas en el sector de las islas conocido como Banquito San Andrés. Y, precisamente, la reciente decisión del Concejo de armar en esa isla un Centro Municipal de Distrito le significó un fuerte impulso a las gestiones iniciadas meses atrás.
En concreto, la isla Sabino Corsi, que luego de una ardua discusión con Entre Ríos quedó en los noventa bajo jurisdicción de Santa Fe, está ubicada bien enfrente de los terrenos portuarios de Rosario arrancando a la altura de Avenida Pellegrini y terminando a la altura de Uriburu.
Con la discusión de la jurisdicción saldada, fue el por entonces gobernador Jorge Obeid, quien en 1997 le otorgó al Enapro la titularidad de esa isla y en aquel entonces el objetivo era para futuros desarrollos portuarios. Es que como estaba frente a los muelles se pensó, por ejemplo, en desarrollar un amarradero con servicios para barcazas y remolcadores.
No obstante, pasaron los años y en nada se avanzó en materia portuaria. Por el contrario, se empezaron a levantar allí viviendas, algunas más precarias de pescadores y otras con algo más de infraestructura para fin de semana. En esa zona no se desarrolló actividad ganadera, pero sí explotó en los últimos 15 años como isla de entretenimiento, esparcimiento y hasta zona de deportes, por ejemplo para skysurf en el norte de la isla.
Fue así que se levantaron unas 40 viviendas y una media docena de paradores, siendo los mas conocidos Vladimir y Deja Vu. El tema es que todos esos emprendimientos se realizaron en terrenos fiscales sin tener propiedad o habilitación y sin haber siquiera iniciado un trámite en el Enapro. Fue una suerte de “urbanización” muy floja de papeles.
Semejante irregularidad y falta atención a lo que allí ocurría, más la falta de tributación por todos los negocios que se hicieron en torno a esa isla durante años, llamó la atención de las autoridades que asumieron en el Enapro con la llegada del nuevo gobierno provincial.
En efecto, el flamante titular del ente, Guillermo Miguel, se puso como objetivo normalizar y encuadrar todas las concesiones y usos de la infraestructura asignadas por el Enapro, como las de la isla frente al puerto. Fue así que empezaron a revisar lo ocurrido en la isla y descubrieron que en los últimos diez años no se hicieron actos posesorios sobre ese terreno ni tampoco se encontraron registros de gestiones para su regularización. Es por eso que, tras un relevamiento, comenzaron a girar cartas con requerimientos a quienes explotan esos lugares sin autorización para que empiecen a regularizar las explotaciones.
Según precisó a Rosario3, Marcelo Terenzio, asesor legal del ente, la idea no es correr a quienes están allí instalados y tampoco hay detrás un interesado en reactivar el proyecto de un muelle de barcazas, sino que lo que se busca es regularizar y ordenar los usos.
“Nosotros habíamos empezando haciendo requerimientos, enviado cartas y estábamos teniendo contactos con referentes, pero venía siendo un trabajo de perfil bajo. La decisión ahora del Concejo de Rosario en realizar actos de soberanía es las islas nos refuerza y respalda las gestiones”, resalto Terenzio al analizar el proyecto que sancionaro los ediles sobre la creación de un distrito municipal especial en la isla.
Según la lectura que hacen en el Enapro, todo indica que este año habrá una gran afluencia de rosarinos en las islas (como en todos los espacios públicos) a raíz de la falta de alternativas turísticas por el Covid19.
“Queremos que para este verano esté todo regularizado. No sólo en las cuestiones normativas de nuestra competencia, sino también fiscales y en lo referente a las habilitaciones por parte de la Municipalidad. Queremos que haya condiciones sanitarias y de seguridad y también instancias de control”, finalizó Terenzio.