Estás en tu casa, en medio de la tranquilidad de un fin de semana largo. De repente, un zumbido. Que se multiplica por miles, se vuelve ensordecedor. Una invasión de abejas. Eso es lo que vivieron dos familias de zonas diferentes de la ciudad, barrio Martin y zona sur.
En barrio Martin, las abejas, miles según descubrió en el programa A diario de Radio 2 Cecilia, una joven de 21 años, tomaron el balcón de su departamento del décimo piso de un edificio de avenida Libertad.
“Era una nube de abejas, la vimos pasar de largo y luego volver a bajar para instalarse en nuestro balcón”, describió. Algunas entraron y las mataron sin que picaran a nadie.
Cerraron las puertas y ventanas, se encerraron en el departamento que se oscureció, porque las abejas se posaron sobre los vidrios y formaron una especie de cortina, de black out.
Vieron que se movían, siempre en grupo, por los distintos sectores del balcón. Hasta que en un momento se fueron; sólo unas poquitas se quedaron.
A Brian, que vive en una casa de la zona Oroño y Regimiento 11, le pasó algo parecido. Salió a comer con su mujer y cuando volvieron se encontraron con una “invasión de abejas en la casa”, con dos agravantes: estaban adentro de la casa y su pareja es alérgica. “Eran miles”, contó.
Decidieron irse a dormir a lo de su suegra. Como necesitaban algo de ropa, Brian entró a su dormitorio, tomado por las abejas, a buscar ropa. Algunas lo picaron.
Cuando volvieron, las abejas habían salido pero llegó a escuchar que seguían revoloteando la casa.
Guillermo Palombo, director de Control de Vectores de la Municipalidad, explicó en A diario que “es un fenómeno normal para esta época del año, de floración”.
“Están buscando hacer nuevas colonias. Cuando las colonias crecen en número se dividen, y una reina nueva se lleva un clan. Van cargadas de miel, no son agresivas. Lo que hay que hacer es dejarlas tranquilas, duran uno o dos días”, puntualizó.
Palombo dijo que las abejas paran en casas porque necesitan descansar antes de encontrar el lugar donde instalar el panal. “No son peligrosas pero no hay que molestarlas”, insistió. Una de las razones por las que no hay que intentar evitar matar a las abejas es porque emiten feronomas para atraer otras en su defensa.
Aunque Palombo advirtió que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 3% de la población es alérgica a las abejas. Por eso, sí recomendó “llamar a un controlador” si se instala un panal en la casa.
Las abejas obreras solo pican cuando se sienten amenazadas, porque les resulta letal. Estos insectos mueren al picar porque al perder su aguijón, se desgarra la parte de su tracto digestivo, músculos y nervios. Por tanto, el desgarro abdominal provoca la muerte del animal.
La importancia de las abejas
Más allá de lo molesto que puede resultar tener una invasión de abejas en tu casa, hay en todo esto una buena noticia. La actividad de estos insectos es fundamental para la superviviencia humana y en la región se están reproduciendo, en un marco mundial de disminución del número de ejemplares, entre otras cosas por el uso de pesticidas.
De hecho, hay científicos que sostienen que la humanidad está en riesgo si las poblaciones de abejas continúan disminuyendo.
Por caso, el Earthwatch Institute, una organización benéfica ambiental internacional con el objetivo de trabajar por el bien del planeta, declaró en la Royal Geographical Society que las abejas son, ahora, el ser vivo más importante del planeta.
"Las abejas son esenciales para nuestra supervivencia, sin las abejas del mundo, tendríamos que cambiar nuestros hábitos alimenticios dramáticamente, tendríamos que vivir sin flores, sin frutas o sin verduras", dicen los especialistas.
Según un informe de Greenpeace, aproximadamente del 60 al 90% de los alimentos que comemos necesita la ayuda de polinizadores, como las abejas, para reproducirse.