Un pescador halló restos de una cadena antigua que, por las características, sería una de las utilizadas en la batalla de la Vuelta de Obligado.
Jorge López se topó con el objeto en una mañana si mayor apuro que la pesca cotidiana. Con la bajante del Paraná, la cadena asomaba en la barranca. El pescador jaló y, entonces, la historia cubierta por las aguas recuperó vigencia.
Si bien el objeto está en estudio, integrantes del Grupo Conservacionista del Museo Paleontólogico de San Pedro no tienen dudas respecto a que la cadena es parte de la batalla ocurrida el 20 de noviembre de 1845, señala el portal metafm.
El fragmento de cadena hallado sería parte de una de las barreras que se tendieron de costa a costa en el combate para cerrar el paso a buques británicos y franceses.
En esa porción de río, el Paraná se estrecha hasta tener sólo 700 metros de ancho en su cauce principal. Además, el curso ofrece un recodo que dificultaba aún más la navegación de los barcos de guerra cargadas de mercancías y en reclamo del “libre comercio”.
Tras resistir con cadenas el paso de las naves y luego el desembarco de las tropas anglo-francesas, los soldados a cargo del general Lucio Mansilla y el coronel Ramón Rodríguez sufrieron una derrota táctica aunque con consecuencias trascendentes para diplomacia de la Confederación Argentina.
Los invasores terminaron aceptando la soberanía argentina sobre los ríos interiores.
Gran Bretaña, con el Tratado Arana-Southern, de 1847, concluyó definitivamente este conflicto y en marzo de ese año ordenó el retiro de su flota. Francia tardó un año más, hasta la firma del Tratado Arana-Lepredour.
Estos tratados reconocían la navegación del río Paraná como una navegación interna de la Confederación Argentina y sujeta solamente a sus leyes y reglamentos, lo mismo que la del río Uruguay en común con el Estado Oriental.
En homenaje a la batalla de la Vuelta de Obligado es que el 20 de noviembre se celebra el Día de la Soberanía Nacional.