“El Jardín de la Provincia”, colapsado. Así se hace llamar Funes pero toda la tranquilidad de su verde hoy parece en un segundo plano ante un desborde de gente, en su mayoría de Rosario, que se instaló a vivir a partir de la cuarentena por el coronavirus y eso repercute en servicios que comienzan a ser deficientes.
“El impacto es muy grande desde el 17 de marzo, cuando empezó la pandemia. Muchísima gente que vivía en Rosario se vino a sus quintas”, señaló en El Tres el intendente Roly Santacroce.
Dijo que “a eso se agrega que el fin de semana que pasó –con temperaturas altísimas para octubre–, hubo 120 mil o 130 mil personas” en la vecina localidad.
Como titular del Ejecutivo expresó: “Me cuesta muchísimo darles los servicios que se merecen”. Y explicó que, por caso, “de 30 toneladas de residuos domiciliarios pasamos a 80 o 90, se triplicó. Y tampoco hay la cantidad de (camiones) regadores necesaria”.
“Necesitamos recursos económicos, con eso todo se soluciona”, dijo Santacroce, que apela a una asistencia financiera de la provincia para hacer frente a la multiplicada demanda de servicios.
También se refirió al mercado inmobiliario de Funes de cara al verano: “Quedan muy pocas casas a la espera de ser alquiladas, sabemos que están pidiendo muchísimo dinero, apelamos al comportamiento de la sociedad y que interprete que hay gente que necesita pasar un momento grato, el 80% de la gente que viene es de Rosario”.