El gobierno nacional estimó este martes que la superficie afectada por los incendios en las islas asciende a 198.863,25 hectáreas.
El Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) informó que el despliegue para combatir las llamas en el Delta del Paraná es de 81 personas y que el fuego está “contenido”.
En los humedales de Santa Fe y Entre Ríos se mantiene el accionar de brigadas del Manejo del Fuego con dos aviones hidrantes y un avión vigía, además de agentes de la Policía Federal, Prefectura Naval y dos helicópteros del Ejército.
En cuanto a las “especies amenazadas”, el último parte emitido recuerda que “el ciervo de los pantanos” es una de ellas y que está “en peligro de extinción”. También señala a “comunidades vegetales arbóreas: bosque fluvial mixto (sauce criollo, aliso de río, canelón y laurel entre otros). Selva en galería o “selva ribereña”, actualmente es relictual y está compuesta por leñosas como la palmera pindó, el ingá, el anacahuita y el sauco”.
Impactos de los incendios
“El fuego genera una alteración significativa en el sistema natural que provoca: la pérdida de biomasa, estructura vegetal, fragmentación de hábitats y pérdida de especies endémicas de la región. Se ven afectados los servicios ecosistémicos que brindan los distintos ambientes, como los valiosos servicios que aportan humedales y bosques”, señala el último informe del Manejo del Fuego.
“El impacto más notorio sobre la fauna –sigue el texto– se presenta en la pérdida de su hábitat y nichos ecológicos, reduciendo la diversidad y su abundancia relativa, con un efecto prolongado en el tiempo luego del fuego. Por otro lado, mientras la destrucción de los hábitats de los animales afecta fuertemente a las especies con menor movilidad, otras escapan del incendio refugiándose en otros sitios. A su vez, generan una presión sobre el nuevo ambiente en el que se refugian y provocan desequilibrios en el ecosistema. Asimismo, la competencia entre especies es mayor, escasean fuentes de agua y especies para la alimentación, afectando consecuentemente las redes tróficas del sistema”.
El SNMF recordó que “el 95% de los incendios forestales son producidos por intervenciones humanas, siendo dentro de estos los principales escenarios la preparación de áreas de pastoreo con fuego; fogatas y colillas de cigarrillos mal apagadas y el abandono de tierras”.
“Los factores climáticos como la falta de precipitaciones, las temperaturas elevadas, el bajo porcentaje de humedad, las heladas constantes y los vientos fuertes inciden en su propagación. Por eso, debemos ser muy cautos y especialmente cuando se dan estas condiciones, para evitar que los incendios se propaguen”, añaden.
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