Los reclamos por la falta de producción de vacunas contra la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA) se reiteran en los últimos meses sin respuestas oficiales y desde la Fundación Soberanía Sanitaria alertaron por un agravante que existe en torno al virus: “La letalidad pasó de un 5% a un 40% en los últimos dos años; una epidemia en estas circunstancias sería muy grave”.
Nicolás Kreplak, ex viceministro de Salud y titular de Soberanía Sanitaria, aseguró que “desarrollar esta vacuna llevó 40 años y es muy importante para la población” y cuestionó el desfinanciamiento del Instituto Maiztegui, único productor en el mundo.
“Hicimos un informe el año pasado analizando el presupuesto en Salud y vimos un recorte muy grande hacia los laboratorios, entre los que se encuentra el Maiztegui, con el 34 por ciento menos en insumos biológicos y vacunas. Dijimos que eso era peligroso”, advirtió Kreplak en el programa Hoy es siempre todavía (Radio 2).
El médico sanitarista señaló: “Los últimos casos de fallecimientos por FHA se dieron en muy pocos infectados. La tasa de letalidad pasó de ser de un 5 a un 10 por ciento hace 15 años a ser un 40 por ciento en los últimos dos años”.
“Quiere decir que con pocos casos de contagio hay una mortalidad alta, esto es muy grave”, dijo y observó que “si encima se deja de vacunar por falta de dosis, crece la población contagiable y si llega a una epidemia con esta tasa de letalidad sería terrible”.
Kreplak se detuvo en un fenómeno que habían adelantado autoridades santafesinas a Rosario3 hace un mes. El total de infectados a nivel nacional fue de 13 personas en 2018 y la mayoría se dio en el sur de Santa Fe. En la provincia hubo el año pasado nueve casos registrados y cuatro personas fallecieron.
El stock
“Maiztegui ha dejado de producir la vacuna este año y es el único organismo que lo hace. Se trata de una vacuna indispensable para la población endémica (sur de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y La Pampa, unas cinco millones de personas)”, dijo el titular Fundación Soberanía Sanitaria en diálogo con el periodista Jesús Emiliano.
El especialista señaló que gracias a la aplicación de esa vacuna se “redujo de miles de casos de infectados en el año a una decena” (ver informe de la fundación).
Sin embargo, el Maiztegui que tiene capacidad para producir unas 700 mil vacunas por año, “pasó a producir 200 mil en 2018 y en 2019 dejó de hacerlo por falta de insumos”.
“Todavía quedan vacunas en stock pero no es que uno puede volver a producir de un día para el otro”, dijo y aclaró que será necesario invertir, comprar insumos y reparar máquinas. Especialistas aseguraron que ese proceso llevaría seis meses. “Esperemos que esto no genere una agujero muy grande de cobertura en la población”, consideró Kreplak.
Hace un mes, Soledad Guerrero, coordinadora del Programa Provincial de Inmunizaciones, afirmó a Rosario3 que en la provincia quedaba "stock para tres meses de demanda y se agota la vacuna". "Si el Instituto Maiztegui no vuelve a producir rápido estaremos en una situación muy difícil porque no tiene reemplazo”, definió.