El conflicto entre los propietarios de la firma Guerrero Motos y los trabajadores no parece apaciguarse, todo lo contrario. Este martes, un grupo de empleados de la firma se encadenó a la planta en un nuevo reclamo por sus puestos de trabajo. Son 23 los despedidos. Temen represalias físicas y por eso pidieron la cámara de El Tres.
“Seguramente van a venir y nos van a querer pegar”, dijo uno de los manifestantes que se encadenó al portón principal de la planta de San Lorenzo. Y explicó que por eso, una vez más, decidieron hacer público su reclamo.
“Es un chiquero lo que están haciendo, queremos que nos escuche alguien”, pidió.
Diez días atrás, fracasó la última audiencia de conciliación convocada por el Ministerio de Trabajo porque no se presentaron los representantes de la empresa.
El conflicto es largo y escabroso, e incluyó escenas dramáticas. El 4 de enero, un trabajador se roció con nafta frente a su familia y amenazó con prenderse fuego. Ya antes, se vio al dueño de la firma intentar incendiar el auto de uno de sus empleados.