Maru salió el último domingo a recorrer con su hija Carmela, de tres años, los algo más de 400 metros que tiene el perímetro de su manzana. Capturó una postal de las dos con una pared de fondo y la luz del sol a las 9 de la mañana. La compartió en su cuenta de Instagram, @mamarosarienne, a la que siguen otras casi 22 mil.
Se desentendió del celular por unas horas hasta que los mensajes detonaron. ¿Cuál era el denominador común de las críticas? El supuesto incumplimiento de la cuarentena. La vuelta matinal de 20 minutos había tenido un rebote inesperado y, para el cierre de la jornada, la publicación ya no estaba.
“Bajé el post para evitar la confusión. Como yo, salió muchísima gente a la calle”, explicó Maru en diálogo con Rosario3.
Luego del anuncio del gobierno nacional y hasta la definición del Ejecutivo provincial sobre si se podía o no salir hubo un espacio de tiempo difuso.
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“Cuando me avisaron que las salidas de esparcimiento no estaban permitidas eliminé el post y estalló el celu con mensajes. Nada justifica la agresión, la violencia ni el escrache. ¿Interpreté equivocadamente el discurso del presidente? ¿Cometí el error garrafal de llevar a mi hija a caminar una vuelta a la manzana? Puede ser. Pero nada justifica el nivel de violencia con que me maltrataron ayer”, se lee en una nueva publicación que Maru hizo este lunes, acompañando la postal dominguera.
Para la también licenciada en biotecnología “estamos viviendo un momento único” en el que “no se trata de poner el dedo en lo que hace cada uno sino de entender que las medidas van cambiando, que hay baches y falencias. No sé de nadie que esté haciendo la cuarentena perfecta”.
En Rosario, sin manzana ni vereda
El presidente Alberto Fernández anunció el último sábado la extensión de la cuarentena por la pandemia de coronavirus hasta el 10 de mayo inclusive. En el mismo discurso, admitió la posibilidad de “salir a la calle por una hora, por un radio de 500 metros, incluso con los chicos”.
Si bien la novedad fue festejada en muchos hogares argentinos, el mandatario nacional supeditó la flexibilización a la decisión de los gobernadores.
La definición de Omar Perotti llegó el último domingo: en centros urbanos, como Rosario y Santa Fe, la cuarentena seguirá en forma “estricta”.
En ese lapso de tiempo que va de un eventual error de comunicación a otro eventual pifie en el entendimiento hubo niñas, niños y adolescentes acompañados por personas adultas en las calles de Rosario.
“Me parece que las salidas tienen que estar en la mesa de discusión. Pienso en mi realidad, que es idílica comparada con otras. Con mi marido trabajamos en casa, los dos somos investigadores del Conicet, tenemos trabajos universitarios y una hija que se porta muy bien. No todo el mundo vive la cuarentena igual. No es lo mismo si sos una mamá que está sola con sus hijos pequeños tenés que llevarlos para hacer una compra o un estudio. Hay mamás y papás que me cuentan que los miran mal por llevar sus hijos con ellos, que les dicen cosas”, abundó.
Para la influencer, @mamarosarienne es “un espacio para compartir, solidarizarnos y reflexionar sobre las ciudades que habitamos, les hijes que criamos, la educación que les damos. No es un espacio acusador”.
“Las reglas de cada cuenta las dispone cada usuario. Y este no es un espacio para hablar mal ni para el escrache. Quisiera que no se generalice la agresión en las redes aunque es una manera naturalizada de dirigirse al otro”, cerró la entrevistada.