La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó este viernes su propia defensa en la última jornada de su alegato en el juicio que la tiene como acusada por la obra pública de Santa Cruz. En su descargo aseguró que los fiscales "montaron una fábula" para acusarla y pidió investigarlos por prevaricato.
“La causa es un claro caso de prevaricato”, afirmó y consideró que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola “mintieron" en sus exposiciones. Según su criterio, a lo largo de los alegatos que llevó adelante su abogado patrocinante Carlos Beraldi, "se desmontaron las increíbles mentiras que desarrollaron los fiscales Mola y Luciani y además quedaron a la luz del día la arbitrariedades que se han cometido en este juicio”.
Y luego pidió que los fiscales sean investigados. “Voy a solicitar que se extraiga testimonio de cada una de las mentiras de los fiscales contrastadas con los testigos, las pericias, la documentación con la prueba obrante en el expediente y con el derecho”, sostuvo.
El descargo se llevó a cabo ante el Tribunal Oral Federal 2 en la tercera jornada del alegato en defensa de la vicepresidenta en el juicio por el supuesto direccionamiento de obra pública en Santa Cruz en favor del empresario Lázaro Báez durante su Presidencia.
Además, la vicepresidenta consideró que en la causa “se montó una fábula para traerme de los pelos a este juicio” sobre el direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz, y recordó que fue “la única que denunció el encubrimiento” del atentado a la AMIA, algo que fue “armado desde Comodoro Py”.
Con respecto a su defensa, Fernández de Kirchner destacó la exposición de "las arbitrariedades de este juicio" hecha por su defensa. A modo de ejemplo habló de la negativa que recibió sobre su derecho a ejercer su defensa tras el alegato del fiscal Diego Luciani.
En esa misma sintonía remarcó que "si no fuera abogada, estaría en un estado de indefensión en este juicio".