El Concejo aprobó un proyecto de la concejala Caren Tepp que crea una única plataforma digital donde poder comprar bienes y servicios para la ciudad. “Se trata de unir al que necesita algo con el que lo tiene o lo produce y el que te lo envía, haciendo que el movimiento económico quede en Rosario. Para que nadie se lleve el fruto de nuestro trabajo y se apoye la economía de todos”, manifestó la concejala de Ciudad Futura.
De acuerdo a lo que informó la edila, “es una única plataforma donde podés encontrar todo lo que hoy comprás por mercado libre, más todo lo que pedís por las apps de delivery pero con gente de acá, con comerciantes locales, con fábricas y empresas rosarinas”. Y detalló: “Se va a poder pedir desde una pizza hasta comprar una silla, una heladera o ropa fabricada en Rosario. Desde encontrar un plomero de confianza para hacer un arreglo en tu hogar o contratar a una contadora para tu negocio, hasta buscar tus zapatillas de siempre pero comercializadas por casas de deportes de barrio”.
La ordenanza busca hacer más inteligente el rol del Estado utilizando la tecnología que hoy usa el mercado, pero con fines igualitarios. Y aprovechar la crisis que generó la pandemia para hacer cosas que antes parecían imposibles, explicaron desde Ciudad Futura.
“Esto va a funcionar, y va a funcionar mejor que las otras iniciativas, porque es una plataforma sin fines de lucro, orientada a satisfacer necesidades, y no a hacer millonarios a los dueños de las plataformas. Pensada para distribuir el mercado, para generar oportunidades para todos y no para seguir concentrando en dos o tres grandes actores”, señaló. Y agregó: “Esto es una muestra de que la tecnología como herramienta ejecutada desde la política puede servir para democratizar. Para hacer una sociedad mejor. El debate no es tecnología si o tecnología no, sino a favor de quién”.
“El municipio dió un primer paso con “vidrieras en red” y “ferias verdes”, hay que usar eso de base y dar el salto. Esto es una oportunidad única para que Rosario se ponga a la vanguardia tecnológica con justicia económica. Es un cambio de paradigma sobre el rol del estado en el mundo virtual”, concluyó.