Desde el Concejo Municipal fue aprobado por unanimidad un reclamo al Poder Ejecutivo provincial, a través del Ministerio de Obras Públicas y al de Ambiente, para que convoque y reactive, en el menor plazo posible, el Comité de Cuenca del arroyo Ludueña, luego de diez años sin funciones, ante su realidad actual crítica de contaminación.

Fue casi tres meses después de una audiencia pública con especialistas y vecinos preocupados por el asunto, y en el marco de consecutivas noticias en torno a su deterioro producto de la bajante del río Paraná, la contaminación y el olor a cloaca, los desechos de vecinos e industrias de las localidades que lo circundan y las obras de clubes y guarderías aledañas.

Durante la sesión del Concejo el último jueves, en que fue acordado el reclamo, el concejal Julián Ferrero, de Ciudad Futura, destacó que “casi tres meses después no solo no hay novedades de alguna acción operativa para empezar a sanear este arroyo, sino que tampoco vemos el primer paso, la conformación de este ámbito de coordinación metropolitana que convoque la provincia reuniendo municipalidades, vecinos, organizaciones, universidades y demás para trabajar en ese objetivo. Tres meses y todavía no tuvimos ninguna novedad”.

Aseveró entonces que “los funcionarios vinieron en julio a la audiencia a decir que están trabajando en el Comité de Cuenca, u organización, o unidad de gestión de cuenca. Pero no nos importa el nombre que quieran ponerle, sino la voluntad política concreta para elaborar un plan metropolitano y sostenido en el tiempo”.

El Comité de Cuenca del Arroyo Ludueña es el ámbito de coordinación metropolitano que durante años funcionó para planificar, ejecutar y controlar ese curso que es parte del humedal de esta región.

Ferrero destacó que en aquella audiencia “en la enorme mayoría coincidieron en la necesidad urgente de convocar a este organismo, no para construir el diagnóstico, sino para construir las acciones”.

Enumeró algunos hechos, como “el reclamo de pescadores” y “el anuncio de la propia provincia que a fin de año va a dejar de tirar desechos al arroyo desde el Aeropuerto”.

Semanas atrás, cuando se conoció que miles de cardúmenes de sabalitos se encontraban atrapados en el arroyo, Matías de Bueno, director del Observatorio de la UNR recordó: “Venimos planteando que se realice un plan de monitoreo, gestión de cuenca y remediación, lo que llaman un plan del manejo, el cual realice la limpieza del agua, y un calado del suelo para que el cauce vuelva a tener profundidad y los cardúmenes salgan al río”.