Organizaciones cardiológicas del país reiteraron su preocupación por la baja en el precio de los cigarrillos, a partir de la eliminación de una carga impositiva que volvió más accesible ese producto mortal para los humanos y sostienen que se trata de “una promoción directa del consumo”.
“No hay una herramienta más útil para desincentivar el consumo de estos productos mortales que tener impuestos altos, con precios altos, pero es lo contrario de lo que pasa en nuestro país”, lamentó Mario Bedosti, coordinador del área de Incidencia de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC), este miércoles en Radio 2.
La referencia es a que con la ley Bases del actual gobierno nacional, se modificó la normativa sobre los impuestos internos. “Se eliminó el componente mínimo, que era una barrera monetaria, ya que se pagaban 800 pesos por paquete sólo por ese impuesto”, detalló en el programa Punto Medio.
“Lo veníamos advirtiendo en el Congreso y es lo que estamos viendo: las dos tabacaleras más grandes, en su segmento de marcas intermedias, bajaron hasta un 20 por ciento sus precios al público. Es muy preocupante”, advirtió el especialista.
Recordó que durante la discusión de la llamada ley ómnibus en el Congreso, la Corte Suprema “emitió dos fallos que convalidaban el efecto protector de este impuesto mínimo pero finalmente está eliminado”.
Con todo, agregó Bedosti, “las estimaciones son de un aumento de 2% en las ventas, con un efecto sobre la salud de la población y un daño en la recaudación pública de un 3%”.
Para más datos, repasó que en 2022, el Estado nacional gastó 840 mil millones de pesos para atender, a través del sistema de salud pública, enfermedades relacionadas al tabaquismo. Lo recaudado con los impuestos al tabaco cubría, al menos, el 29% de esos costos. Pero el panorama asoma con más gastos y menos recursos.
Consultado acerca de la finalidad de una normativa que parece no cerrar por ningún lado, apunto: “Son intereses netamente corporativos, habilitarle el juego a las tabacaleras para que reduzcan sus precios. Esto directamente es una promoción del consumo”.
Sobre la incidencia del cigarrillo en la población actual argentina, detalló que “todavía fuma el 22%, y tenemos 42 mil muertos al año entre fumadores y quienes conviven con el humo”. Y cerró: “Hay que recordar eso porque como ya tenemos normativas, parece que la cuestión del tabaco ya está zanjada”.