La bajante del Paraná es la más crítica" desde 1884. En las últimas horas, llevó el nivel del agua a 15 centímetros, en Rosario y la falta de lluvias en la cuenca del Plata pinta un panorama poco alentador.
Además del inconveniente que genera la bajante para la provisión de agua potable a la población, múltiples actividades se ven afectadas por el fenómeno que alcanzó una magnitud extrema, sin precedentes. Los desagües -antes subacuáticos- ahora expuestos, los embarcaderos secos, los muelles al descubierto y el río en retirada que libera extensas franjas de playa, son algunas de las imágenes de una crisis hídrica inédita.
El titular del Instituto del Agua dijo que la crisis hídrica supera a la del año 1944 si se analiza el bienio 2020 y 2021 y desde Aguas Santafesinas, la semana pasada, sumaron bombas para enfrentar un fenómeno sin antecedentes en la historia de la empresa nacida en 1887.
La situación es grave y encima, no hay lluvias por delante que permitan drenar agua hacia las cuencas, por lo cual se pide a la población extremar el uso del agua potable.
Desde la empresa provincial señalaron que la crisis hídrica representa “un riesgo importante” para el suministro, ya que “modifica las posibilidades de captar agua para potabilizar”. Y remarcaron que "todo aporte que puedan hacer los usuarios será bienvenido”.
La bajante del río Paraná y de toda la cuenca del Plata preocupa notablemente, no solo al sector náutico sino a la población en general por sus múltiples consecuencias.
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