Un informe del Instituto Nacional del Agua (INA) advirtió que actualmente, en el límite de Argentina y Paraguay, el río Paraná está registrando los niveles de agua más bajos que se hayan detectado en el mes de agosto durante los últimos 25 años.
La bajante del Paraná es uno de los principales problemas ambientales que afectan a la región del Litoral, generando sequías que, entre otras cuestiones, incrementan la velocidad de expansión de los incendios en las islas.
Aunque en junio se registró una tendencia al crecimiento en varios puertos de Entre Ríos, se había pronosticado que los niveles volverían a descender para finales de julio, cosa que finalmente ocurrió.
Mientras tanto, los pronósticos no son alentadores. Durante la última semana no hubo precipitaciones significativas sobre el tramo paraguayo-argentino del Paraná, y no se registraran lluvias importantes al menos durante los próximos siete días.
En el área que comprende el tramo Yacyretá-Corrientes no se esperan lluvias significativas, por lo que se estima que continuará predominando la bajada del río.
Al respecto, el informe del INA advirtió que "la media semanal se encuentra 5,98 m inferior al promedio mensual de agosto de los últimos 25 años" y si bien se espera un "leve repunte" de la situación, también se pronostica un retorno al descenso en los niveles de agua.
Si bien este jueves hubo un leve aumento en el caudal, esto se debió al derrame ocasionado por la "operación de los embalses situados aguas arriba", aclara el informe.
Al analizar la situación, los especialistas reafirmaron que el descenso del agua volvió a marcar un récord teniendo en cuenta las mediciones registradas para el mes de agosto en los últimos 25 años.
En el informe se explica que el caudal promedio semanal continua en 4000 m³/s inferior al promedio del período mencionado.
Por eso, se advirtió que "la tendencia dominante durante las próximas semanas se encuentra sujeta fuertemente a los eventos precipitantes sobre la región de respuesta más rápida, por lo que se mantendrá oscilante en leve descenso".
Además, se detalló que "el derrame hacia el tramo argentino del Río Paraná se encuentra sujeto al caudal de entrada al embalse y el patrón de precipitaciones sobre el área inmediata al mismo, actualmente en descenso".