Dos reclusas dieron el sí frente a una jueza de paz y se convirtieron en la primera pareja de mujeres en contraer matrimonio igualitario dentro de una unidad carcelaria. Este martes el patio del penal Nº46 de San Martín se convirtió en el escenario de la boda en donde Camila H. y Camila P. se unieron para sellar su amor.
Las protagonistas de esta historia tienen 20 y 27 años y se conocieron tras el ingreso de la menor de la pareja al establecimiento el pasado 24 de agosto, fecha desde la que convivieron y se enamoraron en el pabellón 4 del penal.
La decisión de las tocayas impulsó una ola de 62 matrimonios más que se celebrarán en las próximas semanas, según especificó el Servicio Penitenciario Bonaerense.
"Fue amor a primera vista. Enseguida nos pusimos a charlar, nos fuimos conociendo y aferrando", señaló la mayor, Camila P., que recuerda como si hubiera sido ayer el día en que su enamorada ingresó por la puerta de la penitenciaría vestida con una campera fucsia y un jean clarito.
A partir de allí, la relación entre ellas comenzó a crecer a pasos agigantados: "Cuatro días después de ingresar al penal, nos dimos nuestro primer beso y el 2 de septiembre ya nos pusimos de novias", contaron entre ambas.
"El casamiento lo decidimos hace un mes y ni lo dudamos. Automáticamente hablamos con las autoridades para gestionar todo con el Registro Civil", detallaron sobre la organización del evento que se llevó a cabo en la cárcel a donde las dos llegaron por distintos motivos.
"La verdad creímos que la autorización del casamiento iba a tardar más, pero por suerte salió rápido. Ahora nos tenemos mutuamente y nos cuidamos la una a la otra", expresaron las enamoradas.
Las condenas de la pareja
Camila H. arribó al penal luego de haber permanecido detenida en una comisaría de la zona. Oriunda de Tres de Febrero, fue condenada a seis años y ocho meses de prisión por un robo agravado y ya lleva 16 meses tras las rejas.
Camila P. (quien tiene una hija de siete años) cayó por vender drogas en el municipio bonaerense de Moreno. Fue aprehendida en marzo de 2018 y tiene una condena de cuatro años y nueve meses en prisión.
El casamiento
En cuanto a la ceremonia, que no pudo contar con la presencia de sus familiares a causa de la pandemia, significó el comienzo feliz de una nueva etapa: al aire libre y rodeadas de flores blancas, colocaron una mesa decorada donde hubo comida que fue compartida entre los presentes que festejaron con ellas.
"Si bien no pudieron venir nuestros seres queridos, se hicieron presentes a través de algunos obsequios. Mi papá, por ejemplo, hizo pizzas, mi mamá Myriam se encargó de la torta de vainilla y dulce de leche, y mi tía Jorgelina de hacer el adorno que eran dos mujeres de porcelana fría", contó Camila H.
Nilda y Alejandra, dos compañeras del penal de las recién casadas, fueron sus testigos y quienes las acompañaron en su jornada más especial.
También participaron de las actividades el jefe del Servicio Penitenciario, Xavier Areses; el subjefe del SPB, Juan Vaccaro; y el director de la Unidad 46, Gustavo Rodríguez, entre otras autoridades.
Ahora, ya casadas, la pareja proyecta un futuro juntas y alejadas del pabellón que juntó sus caminos. Entre sus deseos, están tener una casa, conseguir trabajos y compartir sus días junto a la hija de la mayor de ellas.
Para no perder el tiempo, Camila P. (que terminó la primaria en la cárcel) ya se inscribió para comenzar el secundario mientras realiza un curso de panadería.