Votaciones divididas para definir jugosos contratos de prestación de servicio y obra pública, listas llenas de sospechas en contratación de personal, acusaciones internas por “desprolijidades” y denuncias investigadas en la Justicia Federal hicieron de la semana un hervidero. El Aeropuerto Internacional de Rosario está en el centro de una escena polémica que le puede costar caro: perder el estándar de ser la pista “alternativa” a Buenos Aires y Córdoba.
Si bien el “rumor” de la intervención sobrevuela la terminal desde hace algunas semanas, lo cierto es que lejos de la figura jurídica que alteraría la conducción y el manejo, personal del ejecutivo provincial ingresó con peso de observación en contratos, pagos e incorporaciones.
Como sucedió en la EPE y en Aguas de Santa Fe, el desembarco de un equipo externo al aeropuerto para “revisar todo”, se vive tensamente en las oficinas. “Todo lo que está mal hay que cambiarlo”, dicen en el Gobierno. “Estamos encima de todos los temas. A quien contratan, si las empresas contratistas están trabajando bien o acaso estiran las obras para cobrar más. No tuvimos buenos comentarios de lo que sucede allí”, confesaron esta semana.
La terminal tiene una superestructura de personal, 144 empleados. Muchos de ellos sin tareas o directiva laborales, otros ni siquiera se acercan al lugar de trabajo. La historia de las empresas públicas. Se acomodan novias (en el AIR la llaman lista rosa), sobrinos, familiares. Todos tienen una historia desprolija para contar.
Desde la intervención “fantasma” (existe pero no en términos jurídicos) se repetirán los pasos de otras áreas de control: “Se va a denunciar caiga quien caiga. Lo que está mal se corta”, dicen.
En medio de las denuncias, sospechas y el clima enrarecido, en la mañana de ayer Pullaro convocó a una reunión de trabajo junto al intendente Pablo Javkin, al ministro Gustavo Puccini, la secretaria de transporte Renata Ghilotti, el presidente del directorio del AIR, Esteban Bretto y el vocal en representación por Funes Pedro Gianetaso (cercano al dirigente radical Nacho Rímini). Llamó la atención la ausencia de Nicolás Ruggiero (representante de Rosario), quien con Gianetaso con sus votos confrontan en el directorio al representante del gobierno provincial (Bretto).
Las diferencias de miradas para las contrataciones hicieron que los primeros meses de gestión estuviesen empantanados por las mutuas desconfianzas. Nicolás Ruggiero, un joven y exitoso empresario de la construcción (Edilizia) es el hombre que puso el Municipio desde marzo del 2020 en representación de la ciudad. El constructor rosarino junto a Gianetaso (representante de Funes) avaló un contrato, en disidencia con Bretto, para erogar 47 millones de pesos en favor de “Instituto Indetra” una empresa cuyo ceo es el polémico ex vicepresidente de Aerolíneas Argentinas Gustavo Lipovich (un histórico en consejos aeronáutico del Kirchnerismo y La Cámpora). El polémico contrato firmado en junio de este año dispone del pago millonario a cambio del diseño del Plan Estratégico para el Aeropuerto de Rosario.
La contratación directa fue alentada por los directores que representan a Rosario y Funes, pero en disidencia con el representante de Pullaro. Y sobre eso también hubo enojos políticos fuertes. El tándem de votaciones dos a uno hacen que la voz del gobierno provincial perdiera el poder de conducción y por ende manejo real de la terminal.
“No fue intervenido, eso es falso”, dijo en Radio2 Esteban Bretto hace algunas semanas atrás aunque aclaró que no les molesta que observen lo que pasa allí. “Desde hace diez meses que trabajamos codo a codo con la conducción política. Todos los temas se ponen sobre la mesa y se debate en conjunto”, argumentó.
El aeropuerto, un ente autárquico que se financia a groso modo a través del tesoro de la provincia, paga certificados de obras para la reforma técnica de las terminales flexibles y mangas, entre otros. Después de la polémica por las conexiones cloacales directas al Ludueña, se anunció que la adecuación de la red de desecho cloacal de la terminal estará lista a fin de año.
Sin embargo el otro punto sensible es la pista. Las autoridades del aeropuerto tienen 30 días para contestarle a la Administración Nacional de Aviación Civil si están en condiciones de recibir aviones de gran porte para sostener el estándar de pista alternativa a Ezeiza.
“Se le solicita que, dentro del término perentorio de 30 días, remita a esta AAC la evaluación estructural de las condiciones de la RWY 02-20 (término técnico de la pista de despegue y aterrizaje). Dicha información deberá explicitar si la vida útil del pavimento de pista se encuentra en condiciones garantizar la seguridad operacional del tráfico existente en el aeropuerto o es necesario que se opere una posible disminución de la frecuencia y/o pesos de aeronaves”, dice el texto recibido por las autoridades de AIR.
“Es una vergüenza para el aeropuerto. La pista está mal, aumentan los vuelos pero está al límite. Tienen que invertir otros 70 millones de dólares en reconstruirla y ese es otro contrato por el cual están peleando adentro”, aseguró otra fuente del mundo aeronáutico.
Según los pilotos con más experiencias de las empresas que habitualmente despegan y aterrizan hay aviones que deberían terminar en Montevideo si Ezeiza o Córdoba resultan inoperable y no en Rosario. “Eso es un escrache. Que la ANAC te exija un informe es porque sabe que no está en condiciones y quiere una respuesta por escrito de eso. Pusieron mucho dinero para pavadas pero la pista está destruida”, agregó.
En la reunión de ayer a la mañana se intentó desplegar una estrategia para acordar una conducción firme y evitar que las internas y las “desprolijidades” trepen dentro y fuera de la terminal. El gobierno provincial quiere sacar al personal que cobra sueldos pero no tiene tareas o directamente no va a trabajar, observar donde se va el dinero que pone mensualmente, readecuar los contratos de alquiler de hangares y evitar que la interna empuje a la real solución de los problemas: una intervención jurídica o el recambio real de sus autoridades.
Esta semana ordenaron paralizar obras de refacciones en uno de los hangares del AIR: decisión contra uno de los locadores involucrado en un caso de intento de evasión de dinero en Colón (Entre Ríos). El empresario, socio de Ruggiero en Ceos Consultora desde enero de este año, firmó con el anterior directorio (con la presidencia de Eduardo Romagnoli, Nicolás Ruggiero y Rodolfo Ortiz) en noviembre de 2023 el alquiler del hangar 4 del aeropuerto.
Dicho hangar se encuentra pegado al que usa el gobierno provincial para sus aeronaves y según el contrato debían realizarse obras de refacción a cambio del canon entre otros puntos.
El empresario fue demorado 10 horas por Gendarmería en la frontera Colón Paysandú por intentar ingresar dólares sin declarar (en la causa figuran 73 mil aunque los Gendarmes hablaron de un monto mayor). El piloto del helicóptero Robinson que lo trasladó a la frontera recorrió Casilda con Colón en una hora. Su nombre es Martin Pagni y es empleado (como piloto de helicópteros) de la provincia.
Pablo Seró, juez federal en concepción del Uruguay investiga la causa para determinar responsabilidades. Por este escándalo desde el gobierno provincial dieron la orden de paralizar las obras de refacción del hangar y rever el contrato de locación con el empresario investigado.
La intervención fantasma del aeropuerto tiene tareas para hacer. Ocupar escritorios que hasta hace algunas semanas disputaban un poder pequeño y claramente autodestructivo.