El 2019 había sido para el olvido, con líneas de producción paradas por la muy baja demanda. El 2020, pandemia mediante, no fue mejor. Pero el 2021 finalmente la línea blanca logró salir del pozo merced a buenas ventas tanto en el mercado interno, a través de mayores planes de financiación, como en el externo, por una mayor competitividad en los envíos. Con otro semblante, e inversiones en marcha, el sector, cuyo núcleo productivo se encuentra en Rosario, se prepara para un 2022 también positivo.
“Estamos recuperando los niveles prepandemia, con ventas de refrigeradores en torno a las 900 mil unidades”, manifestó Roberto Lenzi, titular de Briket y referente de la industria del frío. “Si bien no estamos en el pico de 2017, se trata de buenos números para lo que veníamos”, agregó en diálogo con Ecos365.
El también presidente de la Cámara Argentina de Industrias de Refrigeración y Aire Acondicionado (CAIRAA) destacó que el mercado interno ha respondido, en buena medida a partir de los planes de financiamiento de 18, 24 y 36 cuotas lanzados por el Gobierno nacional. Pero también mencionó un cambio de hábito del consumidor a raíz de la pandemia.
“A partir del coronavirus la gente empezó a salir menos, a quedarse más en su casa y por ende a destinar lo que podía tener ahorrado a mejorar el confort”, consideró y añadió que esto se tradujo en algunos casos en compra de nuevas heladeras y freezers. Ocurrió que también sobrevino en este período un fuerte incremento en el precio de los alimentos, sobre todo de la carne, y muchos optaron por abastecerse y stockear.
“Muchas personas tomaron la costumbre de comprar al por mayor, congelar y después dosificar. Pero para eso requieren de freezers grandes, y esto movió la demanda”, dijo. Sumó a ello la tendencia de mayor consumo de alimentos congelados, hace tiempo instaurada en el primer mundo, pero que ahora parece haber empezado a crecer con fuerza en el país. “Con lo que te ahorrás comprando carne con antelación y congelando, hasta podés pagarte una cuota del electrodoméstico”, sugirió.
Por otro lado, el sector logró recuperar importantes ventas al exterior, fundamentalmente a países vecinos como Paraguay, Chile, Bolivia y Uruguay. En este caso, el gran aliado fue el componente logístico. “En China no estaban produciendo lo suficiente y los envíos triplicaron su valor, lo que nos dejó a nosotros mucho más competitivos y de este modo retomamos las exportaciones”, apuntó y agregó que más allá de algunos problemas puntuales con componentes electrónicos, quedó atrás el faltante de piezas que había ocasionado la pandemia.
Por último, y consultado por las perspectivas para el 2022, Lenzi confió en que los pedidos seguirán llegando. “Hubo una retracción importante en 2019 y ahora estamos atendiendo esa demanda atrasada. Después llegarán los niveles tradicionales, pero creemos que este cambio de hábito del consumidor dentro de su hogar llegó para quedarse, y si continúa el financiamiento, será un buen año”, cerró.
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