El último informe del CEU revela que en agosto de 2024 la actividad industrial registró una baja interanual del 7,4%. La situación es aún más preocupante al considerar que la industria lleva 15 meses consecutivos de caída, con una contracción acumulada del 12,1% en lo que va del año.
Entre los sectores más golpeados se encuentran los minerales no metálicos, con una caída del 22,6%, y el sector automotor, que sufrió una baja del 18,6% en comparación con agosto de 2023. El cemento, un indicador clave del sector construcción, se desplomó un 26,5%, lo que refleja un freno drástico en la actividad.
Por otro lado, la producción metalmecánica continúa con su tendencia negativa, registrando una caída del 10,2%. Sin embargo, no todas las noticias son desalentadoras: el sector de alimentos y bebidas logró crecer un 2,1%, impulsado por el complejo aceitero, que presentó un incremento del 42,9%. Sin esa suba, el sector hubiera caído un 3,7%.
Exportaciones: un leve alivio desde Brasil
Un dato destacable del informe es el crecimiento de las exportaciones hacia Brasil, que aumentaron un 29,2% interanual, especialmente en productos agroindustriales. Este crecimiento en el comercio exterior es uno de los pocos aspectos positivos del período analizado, junto con el aumento del 25,3% en las importaciones desde el país vecino.
Competitividad en jaque: desafíos estructurales
El informe también alerta sobre los desafíos que enfrenta la industria argentina en términos de competitividad. Las asimetrías estructurales, como la falta de infraestructura, los altos costos logísticos y energéticos, y la elevada presión impositiva, limitan la capacidad del sector para recuperarse y competir con productos importados.
“La industria enfrenta una tormenta perfecta: baja demanda interna, caída de la producción y escasas inversiones. Las exportaciones y algunos nichos del sector alimenticio son las únicas luces en un panorama muy sombrío,” concluye el informe del CEU.
El panorama para los próximos meses sigue siendo incierto. Si bien algunos sectores, como los agroquímicos y el aluminio, muestran señales de estabilidad, la industria en su conjunto sigue en terreno negativo. Las autoridades deberán redoblar esfuerzos para encontrar soluciones que impulsen la producción y fomenten un entorno más competitivo en medio de un contexto desafiante.
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